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miércoles, 17 de agosto de 2011

MIERCOLES DEL TERROR: EL ÁNIMA CON RELOJ

Hace unos años dormía en otra sección de mi casa la cual en ese entonces era más pequeña y compartía mi habitación con mi hermano menor,  este cuarto estaba en la parte baja de la casa donde además estaba la cocina y sala, mis hermanas y mis padres tenían sus cuartos en el segundo piso así que en la noche la planta baja sólo se quedaba conmigo y mi hermano.

Ese cuarto nunca me agradó ya que casi siempre me causaba pesadillas, y por las noches siempre escuchaba ruidos en la planta baja pero siempre se los atribuí a un gato que tenía, pero luego el gato murió y la planta baja por las noches solía estar vacía mas los ruidos solían persistir, cuando todo se quedaba en silencio a eso de la media noche y no había ruido ni en las calles el sonido de un reloj no me dejaba dormir,  el único reloj que había era uno de pared grande en la sala y cansado de su ruido le quite su pila y hasta el día de hoy sigue detenido porque nunca más lo volvimos a usar, pensé que ya no habría ruidos, mas en las siguientes noches a altas horas el sonido del reloj aparecía, pensaba que por la casa había algún otro reloj que me molestaba pero al levantarme solía desparecer el sonido, cuando me volvía a acostar aparecía de nuevo pero con algún ruido que yo hiciese el sonido se iba, decidí no prestarle más atención al ruido ya que nunca he creído en asuntos paranormales.

Todos los días escuchaba los ruidos y me quedaba despierto y en silencio tratando de localizar con mi oído de donde provenía ese tic tac, pero la cosa se puso más desagradable para mí, cuando todo quedaba en silencio el sonido aparecía pero al concentrarme en localizarlo, éste comenzaba a moverse por toda la casa, sentía que estaba a mi derecha, luego por el techo y se movía de lado a lado, eso no hace un reloj!!!
Había empezado a creer que me estaba enloqueciendo y al contárselo a mis padres ellos se rieron y me dijeron que esas cosas no pasan, que todo estaba en mi imaginación, yo sabía que eso no era así, el sonido provenía del exterior no de mi cabeza, mientras pasaban los días me concentraba todas las noches en la aparición de ese sonido y en tratar de localizarlo, el sonido desaparecía con el ruido de la gente pero podía levantarme de mi cama muy sigilosamente y caminar sin hacer ruido y en ese caso el sonido no se iba, así que muy callado trataba de ubicarlo pero ese movimiento era muy rápido, cambiaba de origen y nunca lo ubicaba, solía esperar a que por un instante se detuviese y en seguida alumbraba con una linterna hacia donde estaba pero nunca aparecía nada, luego comencé a hablar con este ruido, de seguro ya estaba perdiendo mi cordura porque estaba hablando solo, preguntándole ¿qué eres?, ¿qué quieres? Y sin resultados.

Como era de esperarse mi hermano y compañero de cuarto se había dado cuenta de mi extraña forma de actuar y se preocupaba de tener un hermano loco, así que como era el único que estaba ahí cuando el ruido aparecía le conté todo lo que me pasaba y le dije que debía escucharlo, así que se quedó despierto en su cama y yo en la mía hasta alrededor de la media noche, yo había descubierto que no importaba si la luz estaba encendida o no porque el ruido igual aparecía siempre y cuando fuese muy de noche y todo esté en silencio, como todos los días el ruido apareció y era para mí muy notorio, pero ¿escuchaba mi hermano?, si no lo hacía significaba que me había vuelto loco pero si lo escuchaba ¿qué significaba?, regresé a mirar a mi hermano esperando que no escuchase nada porque sino qué diablos era lo que pasaba, al ver a mi hermano lo vi asustado y entre señas le pregunté si oía algo a lo que él asintió con su cabeza respondiendo que sí, luego con mi dedo le iba señalando por donde parecía moverse el sonido y mi hermano afirmaba todo lo que yo le indicaba, ya estaba muy asustado así que le grité al sonido ¡quién está ahí! Y el sonido desapareció como siempre lo hacía con el ruido, luego mi hermano me dijo que sí lo escuchó y que sí había notado que se mueve, ya tenía un testigo y había comprobado que no era mi imaginación así que con mi hermano tratábamos por las noches de encontrar la fuente del ruido pero siempre sin resultados.

El sonido aparecía muy de noche, si antes todo había estado en total silencio y desaparecía cuando hacíamos ruido, pero cuando aparecía podíamos movernos sigilosamente y hasta susurrar sin que el tic tac se fuese, así que con mi hermano aprendimos a comunicarnos mediante gestos y a buscar por toda la casa. Una noche el sonido se movía mucho y con mi hermano lo seguíamos, estuvimos como una hora dando vueltas pero luego el movimiento del sonido de reloj se detuvo entre cuadernos apilados sobre un armario, mi hermano y yo nos acercamos al sonido y estábamos expectantes pues el sonido no se movía y mientras nos acercábamos podíamos constatar que estaba bajo los cuadernos porque el sonido se hacía más claro y fuerte ahí, con mucho miedo quitamos uno por uno los cuadernos y el sonido permanecía en el mismo sitio, hasta que limpiamos todo el lugar y solo había una caja de cartón de un televisor de esos pequeñísimos de 4 o 5 pulgadas, la caja estaba vacía pero el sonido provenía de ella, era muy atemorizante porque al acercar los oídos a la caja comprobábamos que el sonido salía de ella, de una caja vacía. Tomamos la caja y la movíamos y el sonido seguía proviniendo de ella,  cerré sus solapas y el sonido seguía saliendo de la caja, ya estábamos muy asustados así que salimos al patio y le encendimos fuego, cuando empezó a crecer la llama el sonido se fue, entramos a la casa y pasamos un tiempo en silencio, el sonido no volvió así que nos fuimos a dormir pensando que habíamos eliminado a lo que fuese que haya sido.

Cuando le contamos nuestra aventura a mis padres obviamente no nos creyeron pero no importaba habíamos eliminado ese sonido, pero no fue así, como a la semana de aquello volvió a aparecer, cansados de eso pedimos a nuestros padres cambiar de habitaciones porque no podíamos dormir con ese sonido y sin saber que era, mis padres se cambiaron a la planta baja pero nunca oyeron nada, claro que eso era porque se dormían temprano o si estaban despiertos estaba el ruido del televisor y así el sonido no aparecía, nosotros no volvimos nunca a dormir en la planta baja y para entonces ya estaban ampliando la planta alta y luego tuvimos dormitorios separados arriba así que no volví a dormir abajo por ningún motivo.
Cuando terminaron la construcción de la planta alta, todos pasamos a dormir arriba y ese cuarto se convirtió en estudio, mientras hacíamos todo el trasteo de las cosas hacia la planta alta movimos por completo ese viejo armario, la parte de abajo del armario ya estaba deteriorada por la humedad así que al moverlo la base se rompió y sacamos ese armario en pedazos, entre el aserrín que quedó en el piso había un bulto pequeño del tamaño de un vaso envuelto en un pañuelo muy sucio ya, lo abrí y estaba una estatuita de metal que creo que era bronce de un hombre sentado con sombrero mirando la hora en el reloj de su mano.
Cuando vi ese muñeco grité y mi hermano también, mi padre vio lo que hallé y dijo: -esto era de tu abuelo pero yo pensé que se había perdido-. Miré a mi hermano y él pensaba lo mismo que yo, salimos corriendo de la casa hacia una quebrada que queda a una cuadra de ahí y arrojé la estatua lo más lejos que pude y se perdió entre la maleza en el fondo de la quebrada, mi papá creyó que estábamos locos pero yo nunca conseguí una explicación de lo que me pasó, ahora ese cuarto es mi estudio y la universidad hace que tenga tareas hasta la madrugada así que siempre me quedo solo en esa habitación y aunque no he vuelto a oír el tic tac de ese reloj siempre que me quedo solo en la planta baja haciendo deberes enciendo el televisor y tengo las luces encendidas y siempre trato de hacer mucho ruido solo por si decidiese volver.

(Juro que todo lo contado es cierto, tal vez por eso ando medio zafado el mate)

 ASUSTADO POR ESCRIBIR EN LA MADRUGADA: JUAN sin miedo!!!

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