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sábado, 5 de noviembre de 2011

LA TRISTE PARADOJA DE LA SOLEDAD


El miedo a estar sol@ a todos alguna vez nos ha atacado, toda la vida nos ha gustado estar acompañados ya que así podemos expresarnos y sentir entre muchas cosas: que existimos!!!, pero hay un momento en la vida en que se empieza a sentir que la soledad está de fiel compañera, no más hay que ver las casas donde cada uno se refugia en su cuarto y se aleja de sus seres queridos, o la tecnología que nos abre otro medio de socializar por medio de redes electrónicas nos quita el calor humano, sentir el miedo a quedarse sólo hace que nos planteemos soluciones a este problema.

Centrarnos en los amigos es un medio de escape a la soledad, comienzas a tratar de hacer más y más cosas con los amigos al punto de sentirte protegid@, sin embargo en esa lid por escapar a la soledad se sacrifica la verdadera amistad, un amigo de verdad es difícil de encontrar así que al formar el gran grupo de amigos para atenuar la soledad hace que no siempre sea el adecuado y que más bien puedas sentir que estás haciendo algo que no quieres sólo porque es mejor que estar solo, ahí surge la paradoja de la soledad, estar en medio de la multitud y sentirse igual de sol@, centrarse en los amigos como escape a la soledad no es una solución.

Entonces quizá se puede pensar en otra alternativa, la pareja. Buscar a una persona con quien compartir la vida mitigaría la soledad e incluso si se piensa más seriamente en la relación los  hijos harían desaparecer este sentimiento, pero hay que tener cuidado, si sólo se busca una pareja por miedo a quedarse sol@ surge de nuevo la triste paradoja, busco mi satisfacción y no me importa con quien elimino mi soledad, los caminos de nuestras vidas no son afines, no me causa interés, y poco a poco llego al hastío, nuevamente estar con esa persona me hace sentir más sólo y además se juega con la soledad de otra persona, buscar una pareja por miedo a la soledad tampoco es solución.

Entonces tal vez la respuesta no es material, ej.: Dios. Bueno esto depende de si crees en Dios, si no crees bueno te obvias de esta opción, si crees y la espiritualidad te llena y tu alma no se siente sola quizá hallaste la respuesta, pero qué pasa si en la vida (mi caso) te das cuenta que no existe Dios, la paradoja de la soledad te vuelve a nublar el camino y quizá de manera muy fuerte ya que la fe de las personas está muy aferrada a ellas y puede hacer tambalear toda la vida en la que creías, la espiritualidad ayuda pero no mitiga la soledad.

Ni amigos, ni novi@s, ni dioses. El problema surge de la triste paradoja de la soledad, centrar las fuerzas y poner todo el empeño en evitar la soledad nos lleva de una u otra manera a sentirnos más solos, en la lucha por eliminar nuestra soledad nos rebajamos y buscamos compañía como si fuese caridad, y el problema es querer eliminar la soledad, pues no se puede hacer esto, la soledad es parte de la vida y todos necesitamos de momentos de soledad para poder pensar en todo lo que nos pasa y son esos momentos los que te ayudan a centrar tu vida, a todos nos llegan etapas de soledad en la vida y es en estos cuando se los debe aprovechar para hacer las cosas que muchas veces en compañía no puedes hacer, en estos momentos sí podemos ser egoístas y pensar en nosotros ya que así le damos la vuelta a la paradoja, no luchas por eliminar la soledad sino que la aprovechas para ti y esta se hará menos notoria, la vida misma te hará notar que se ha atenuado, pero si en los momentos de soledad te centras en pensar en lo solitari@ que estas te vas a hundir en un hoyo de soledad terrible que te puede causar problemas mentales.

Hay tantas cosas que puedes hacer cuando te sientes sol@, por ejemplo:
-leer un buen libro
-pensar en planes de futuro
-resolver tus problemas, pero ojo se trata de resolverlos no de ponerte a sufrir por ellos.
-jugar, vagar, ver videos, aprender un hobbie, cuidar una plantita (marijanemarijane), escribir (pero no pendejadas como yo!!!), estudiar, escucha música (alegre sino terminarás cortándote las venas),mirar a tu vecina con binoculares (juro que ya deje de hacerlo!!!), esperar a ver si ves una estrella fugaz (y pides de deseo ver otra!!!)etc…

Por último debes darte cuenta que la vida no te deja sólo, y que la soledad no es un mal sino una oportunidad para refrescarte de la vida agitada, todos los días puedes encontrarte con gente muy interesante que vale la pena descubrir y que aparecerá en tu vida sin la necesidad de traerla a ti sólo por miedo a la soledad, y uno también puede ser ese tipo de gente, que en lugar de sentir pena por uno mismo diciéndose lo sol@ que está ayude a otra persona que se sienta sola, por ejemplo alguien que tenga abuelos a quienes no visitan, todos podemos sentir soledad pero no debemos hacer que ella sea una enemiga a quien vencer y que rija nuestra vida.



De un ratito que andaba solo: JUAN

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