La razón de mirar al suelo

Que molesto es caminar solo en las calles, mientras el mundo se mueve a velocidades monstruosas, mientras la gente se consume en la cotidianidad, es frustrante observar la impaciencia de nuestro cuerpo por salir de de la urbanidad, por mirar al frente y encontrarte con la mirada curiosa de quien se pregunta de tu vida, la gente es molesta, el ruido es implacable y penetrante, seguimos siendo esclavos de lo correcto, solo por querer pasar desapercibidos,  aun estamos en espera de quien pueda dar el primer paso, de quien desnude su inmoralidad en la expresión estupefacta del ignorante, del conformista, no somos dignos de mirar al cielo, y ¿qué más nos queda con cada torcido paso que damos?, con cada espacio recorrido, con esta estúpida salida, las palabras sobran frente la impotencia de un solo día, no siempre se tiene la misma percepción de ellos, suelen mostrarse grises, negros y rosas, depende de las vacías ideas, de los inservibles planes, en fin de tu circulo social, de la facilidad de mandar al carajo a lo que te dedicas, no siempre queremos mostrarle una sonrisa al mundo, a veces solo queremos pegarnos contra él, en esa neblina de negativos sentimientos es mejor desquitarse con la mente, trabajar con ella mas de la cuenta imaginar todo aquello que tacharías y eliminarías del universo sin tener la necesidad de hacerlo, el poder de la mente es enorme, es infinito pero hasta para usarlo se necesita ser especial y simplemente no logramos serlo, es una opción inservible mas pero no descartable, frente a tanto fracaso por dejar de repudiar todo en el negro día, lo único que resta hacer es mirar al suelo, dejar caer nuestra mala impresión y concentrarnos en la piedra más pequeña e inútil en el mismo, porque cuando te sientes así, eres como esa piedra inútil para el mundo.

y simplemente si te sientes tan impresionado de la nulidad en la que puedes encontarte toma en cuenta esta seductora cita:

"No me siento obligado a creer que un dios que nos ha dotado de inteligencia, sentido común y raciocinio, tuviera como objetivo privarnos de su uso."  GALILEO GALILEI