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viernes, 10 de marzo de 2017

EL ÚLTIMO LADRIDO

Saludos gente de la red, hace tanto tiempo que no estoy por este medio, y hoy para colmo es para contarles sobre algo triste, muy triste para mí.

El domingo pasado, luego de más de 10 años de vida, mi perrito "Jack" tuvo que ser dormido luego de un año de luchar contra una enfermedad que no le permitía vivir bien. En mi vida, he tenido dos perros, y ya escribí una vez sobre mi perro Tony quien vivió 11 años y murió cuando yo era un niño, y no debe haber en el mundo sentimiento tan triste para un niño como ver morir a su mascota. Luego de casi 20 años de ese día, otra vez tuve que pasar por esta experiencia que me ha entristecido igual que un niño, así que en homenaje a Jack, déjenme contarles como llegó a mi vida y como vivió conmigo.


Yo tenía un tío (al que queríamos mucho también) quien trabajaba en una empresa de esas que distribuyen flores a todo el país, así que en su trabajo van y vienen camiones con flores de diferentes haciendas de todo el Ecuador, cierto día, en uno de éstos camiones, abren la compuerta del furgón y entre las cajas de flores estaba un perrito, al parecer el perro se subió al camión y no se dieron cuenta, y además, como el camión recorría muchos invernaderos y lugares, no sabían de dónde fue que se coló el perrito. Mi tío se encariñó con él ya que el chofer del camión dijo que no se iba a hacer cargo del perro, pero mi tío tampoco podía cuidar uno, así que empezó a buscar quien se encargue de él.

Así que estaba yo como siempre durmiendo hasta tarde sin pensar en nada importante de la vida cuando recibí la llamada de mi tío, me dice que tiene un perro, que si quiero cuidarle, y obviamente era imposible, mi madre no quería un perro y yo no tenía dinero para cuidar uno, pero mi tío me dijo que si no hallaban un dueño no sabría que pasaría con el perro; no sé por qué, pero sentí que debía cuidarlo, no había tenido un perro además en 8 años desde Tony, y le rogué a mi madre que me deje tenerlo a mí cargo, yo lo cuidaría, compraría su comida, limpiaría y todo lo que hay que hacer cuando tienes una mascota, finalmente ella aceptó.

Así que mi tío me trajo al perrito. Entró por mi puerta un perro hermoso, era un Akita Americano, de raza, tenía las orejitas de algodón y la cola enrollada jeje. Era un perro ejemplar, yo no sabía eso, y deduje claro que como el perro vino de una hacienda florícola, tal vez era de uno de sus dueños porque se notaba que el perro era fino, y yo siempre he tenido perros normalitos, mestizos que se dice jajaja (pero con un gran corazón )

Ese perrito se volvió una adoración en mi casa, mi sobrina que tenía apenas 3 años en ese tiempo justo estaba emocionada viendo una y otra vez la película de Piratas del Caribe, así que ella fue quien le bautizó a mi perro Jack, ya sabrán por qué motivo jeje.


Empezó la tarea de cuidarlo, vaya que era difícil, el perro Akita es muy grande y fuerte, tenía demasiada energía, así que salir a pasearlo era correr durante 3 horas o más por toda la JAI, lo bueno es que como era imponente ningún ladrón se me acercaba jajaja, por donde yo iba generaba bulla porque los perros querían pelearse con él, y halaba muy fuerte de la correa así que me terminaba arrastrando jajaja.

La comida, no era fácil, si le daba "cualquier cosa" se enfermaba del estómago, y se le caía el pelo, así que tenía que comprar comida para perro (antes otros perros de mi casa comían nomás todo jajaja), pero también la comida de perro tenía que ver cuál darle porque unas no le gustaban y no comía!!! luego, como yo pagaba eso, tenía que ver la forma de reunir dinero siempre para tener la comida de Jack (lo bueno es que siempre he tenido fuentes de ingresos así sean pequeñitas, ya saben: una esquina oscura y el resto jajajaja).

El pelo, los Akita son perros de nieve, cambian de pelo dos veces al año, hubiera hecho cientos de abrigos con todo el pelo que cambió y que debía limpiar, porque si me olvidaba de limpiar llegaba la puteada de mi madre jajaja y qué decir del aseo, así como come...ehhh ya se imaginarán, era muy difícil jajaja, bañarlo: el perro era tan grande que me dejaba totalmente empapado y luego de bañarse muchas veces se me escapaba y se hacía un mugrero!!! de nuevo al agua!!!

Algo interesante de Jack era que no ladraba, no tuve problemas por esa parte. Pero como comía por diositosánchez jajajaja. Así pasó muchos años de su juventud, era una máquina de comer, correr, jugar y ensuciar que no tienen idea jajajaja, nunca se le agotaba la energía. 

La salud fue algo nuevo para mí también, resulta que los perros de raza suelen tener más enfermedades que los perros mestizos, y Jack siempre tuvo asociado un problema neurológico, le daban ataques como de epilepsia, con Jack conocí por primera vez a un veterinario, el problema de Jack siempre me asustó, la primera vez no sabía qué hacer, con los cuidados que me indicó el médico, logramos que Jack llevara una vida normal aunque a veces le daban este tipo de ataques.

Cuando llegó a los 8 años de a poco su energía se había agotado, era ya más calmado, jugaba pero ya no corría como loco en las calles, bueno era normal por su edad, para esa época yo ya trabajaba así que podía alimentar bien y llevarle al médico a mi perro si así necesitaba, se convirtió en un niño al que yo cuidaba, le daba comida y medicina jeje, yo ya sabía que era un perro mayorcito pero siempre estuvo latente el miedo de su enfermedad.

Cuando estaba en los 9 años, Jack era más lento y un día empezó a caminar muy despacio y luego no podía mover las patas de atrás, sin más ni más empezó a arrastrarse, la verdad eso me asustó mucho, el perro empeoró en sólo un día, vino el veterinario y me dijo que era muy difícil que viva bien, que lo mejor era dormirlo, pero no pude, lloré junto a mi perro y mis sobrinas, mi madre, todos ahí en casa llorábamos, el médico me dijo que había que evaluarlo, se lo llevó durante 5 días y que sólo tal vez podría ser que haya forma de que viva un poco más. En esa ocasión fue una suma de dinero fuerte la que pagué para que Jack siga con nosotros, al cabo de los 5 días lo fui a ver y estaba muchísimo mejor, podía caminar, y me enviaron a que le administre todo el tiempo un medicamento que era parte de su tratamiento.

Sin embargo, el médico me advirtió que la enfermedad era degenerativa y que el tratamiento sólo le daría un nivel de vida llevadero por quizá uno o dos años, pasó más de un año de eso y el tratamiento ya no hacía efecto, había días en que Jack no podía caminar y otros en los que sí, al final ya no quería caminar, y a veces lloraba de dolor, yo pasaba con él dándole de comer, y mis sobrinas le cuidaban y pasaban con él en el día mientras yo iba a trabajar, mi madre y mi padre también lo cuidaban, se volvió el niño a cuidar por parte de toda mi familia.


¿Por qué Jack era tan importante para mi familia? como les conté al inicio del relato mi tío era muy querido por nosotros y fue quien me dio a mi perro, 3 años después de que me dio a Jack mi tío falleció, era hermano de mi madre y mi mamá nunca se recuperó del todo de ese choque emocional, entonces Jack se volvió en un recuerdo viviente de mi tío, ya que cada vez que venía jugaba con él y siempre nos recordaba como era mi tío, por eso mi madre cuidaba de Jack con especial afecto.

La semana pasada, el médico me dijo que no había nada que hacer, que Jack estaba muy mayor y su vida iba a ser cada vez peor y más difícil, que no podía vivir así. Fue muy duro, el día domingo, me levanté temprano para que mis sobrinas no me vean, cargué a Jack pues ya no podía caminar y lo llevé a mi camioneta, lo volví a cargar para entrar con el veterinario y mientras él preparaba todo, yo estaba con Jack sentado, mirándolo por última vez, no podía evitar llorar, estuve sentado abrazando a mi perro hasta que el médico me dijo que era hora, yo no pude ver eso, abracé por última vez a Jack y salí de la sala, luego de un tiempo el médico me dijo que ya estaba dormido y que se fue sin sufrir. Yo mismo cargué su cuerpo en una cobija, y me lo llevé, para enterrarlo en un terreno que tiene mi madre donde también está Tony, yo cavé el hoyo en la tierra, yo puse a Jack en su último lugar, y tuve que sentir como un niño que pierde a su amigo, una tristeza inmensa que hasta ahora me tiene muy deprimido.


Jack vivió más de 10 años conmigo, fue una experiencia muy enriquecedora en mi vida, fue parte de mi familia, y es tan triste saber que un perro tenga que vivir mucho menos que un ser humano, él no pedía nada de mí y estaba siempre ahí para hacerme salir a correr como salvaje jejej estaba siempre ahí persiguiendo pelotas y jugando con mis sobrinas, y para comer hasta lo que yo no avanzaba jajaja Realmente me duele mucho que haya muerto, pero sé que hice lo que mejor pude para que lleve una vida tranquila y feliz, este post y esta canción va por mi perro Jack.





"Y mi amigo fiel siempre serás 
Para jugar con mi soledad 
La haré sonreír y que sea feliz 
Con mi perrito de ocho sucres "



HASTA SIEMPRE JACK: JUAN



1 comentario:

Unknown dijo...

Sintiéndote mucho mi pana, se como le adorabas a tu perrito, compañero y amigo; su compañía siempre estará en tu corazón!

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