Hoy voy a hacer un post de esos que no tienen un objetivo, más que el de contarles mis estúpidas anécdotas para que si por ahí alguien se siente triste, lea y por lo menos se sienta mejor sabiendo que hay alguien en el mundo a quien le va peor jeje.
Ya escribí hace un tiempo un par de anécdotas de taxis (link aquí), y como los remakes están de moda, pues ahora van un poco más de esas historias.
A propósito del aumento de las tarifas de taxis en Quito, sabrán que yo casi no viajo en esos carritos, en especial porque soy pobre jajaja, pero resulta que cuando se hace muy de noche, y no tienes dónde amanecer, pues tomar el taxi es la única forma de llegar a mi morada y dormir en mi cama, bueeeno, cuando llego. Y es en ese momento, que estás ebrio, que los taxistas te ven como una mina de oro, y es más el deseo de llegar a casa que el de dormir en la vereda que terminas subiéndote al vehículo y pagando el sobreprecio.
Yo no soy de esos tipos que dialogan mucho, pero los taxistas en cambio, hablan de todo, así que sólo en esos casos, a veces, suelo hablar con ellos y ya "en confianza" hablan huevadas y medias, por eso, acá un par de cosas que me han pasado:
EL TAXISTA QUE SE OLVIDÓ EL TAXI
En cierta ocasión, estaba por Carapungo, tomé un taxi como a eso de la 1 de la madrugada, subiendo por Carcelén, pasamos por un lugar dónde estaba una filota de vehículos, los que conocen la subida a Carcelén desde Carapungo sabrán que ese lugar, ese galpón de metal dónde a altas horas de la noche hay música y varios vehículos estacionados, es un lugar dónde lujuriosos caballeros van a satisfacer su sed carnal, bueno, así me han contado jeje, en resumidas cuentas, pasamos frente a un night club, burdel, prostíbulo y/o/u CHONGO!!!
Entonces pasando por ahí al chofer del taxi le viene a la memoria una anécdota que me contó, sin nada de tapujos y eso que ni me conocía, era más o menos así:
(esa nota, estoy contando una anécdota dentro de una anécdota jajaja mas o menos como la historia del curioso impertinente)
Taxista: llenito ha estado el chonguito...
Yo: de ley
Taxista: chugcha, yo en ese mismo chongo una vez me chumé como burro
Yo: y estaba trabajando o de civil? jeje
Taxista: no, estaba en el taxi, me llevan unos amigos y nos pegamos una plutiza, pero eso no fue lo malo, lo malo es que al otro día desperté en la casa de uno de los panitas estos, pero sin el carro
Yo: ah puta!!! y que pasó, ¿se robarón?
Taxista: bueno fuera, peor, me olvidé dentro del parqueadero del chongo!!!
Yo: jajajaja y ¿cómo así? ¿qué hizo?
Taxista: jueputa, cuando llegamos guardamos el carro, luego que nos hemos chumado, como ya no he podido manejar, nos hemos venido cogiendo taxi jaja, puta madre, lo peor, que cuando me desperté ya era domingo tipo 11 de la mañana, y mi mujer llamaba y llamaba y yo cómo le iba a decir que el carro estaba en el chongo. Hubiera preferido que me roben jajaja
Yo: jajaja y entonces, ¿cómo recuperó el carro? ¿el lunes?
Taxista: que va, no podía, me fui al chongo, no había nadie, buscando buscando me dieron la dirección del que administraba, me fui a verle y ahí hablando con él, entendió mi situación, ahí pues, de hombre a hombre comprendió y luego fuimos a ver el carro, en la tarde ya, llegué a mi casa y le dije a mi mujer que me fui a tomar, y luego me puse a lavar el carro porque olía a zorro
Yo: a zorra ha de ser!!! jajajaja
(me recordó al amigo mío que se olvidó la laptop con su tesis de geología, no diré el nombre de quien es claro, pero luego tuvo la cara de ir a ver si le habían dado guardando jeje)
EL VIAJE ES MÁS CORTO CON UNOS TRAGOS---INVOLUNTARIOS
Cierto día volvía de un concierto, me despedí de los amigos con los que fui, y debía volver solo a casa en taxi. Cuando voy a concierto yo no bebo, así no me crean, es porque si bebo no recuerdo luego la tocada y eso no tiene sentido para mí, en fin, volvía sobrio, sin ninguna intención de embriagarme, paro a un taxi y le pido una carrera a mi casa, eran 10 dólares, yo estaba dispuesto a pagar eso, cuando un tipo de mi edad se acerca y me dice: oye pana, yo también voy a la JAI, compartamos el taxi y así la carrera nos sale mas barata.
Me pareció que el tipo no era una mala persona, así que dije: claro, y subimos al taxi. Ese tipo ya venía pegado un par de copas, y hablaba hasta por los codos, aunque era muy gracioso, hablaba huevadas y hacía hasta que el chofer se mate de risa. Cuando nos cuenta que estaba tomándose unos tragos con un tipo, pero llegó la mujer y le botó porque no le gustan los borrachos, así que el tipo se quedó "picado". Me dice: puta madre, y casi botella enterita de ron quedó sin acabar.
"Qué huevada, eso si duele, cómo se va a desperdiciar el guaspete"-le dije- y me mira y me dice: fresco panita, no tiene porque desperdiciarse. Y saca de su mochila, una botella de Ron San Miguel y un vaso!!! por la puta, ron purito sin nada con qué mezclarle, empezó a brindarme, y yo cómo tonto dije: ya que chucha!!! y empezamos a beber, el taxista dijo que no había problema, es más, hasta dos copas se tomó mientras manejaba ese inconsciente jajajaja
El viaje que es de una hora más o menos, ni se sintió, se acabó tan rápido como esa botella, llegamos a la JAI y el panita se bajó, y yo estaba hecho mierda ya de pluto jajaja, llego a mi casa, me abre la puerta mi madre y me dice: claro, sólo a eso vas a los conciertos, a tomar!!!
Yo: no má, en serio no bebí en el concierto, en el taxi me dieron jejeje
Mamá: a otro perro con ese hueso.. ya vete a dormir.
UUUUUUH, NO NO NO, PARA ALLÁ NO VOY
La JAI es un barrio de las afueras de Quito, es el extremo nor-occidental y no puedes ir más al norte porque ya no hay caminos, es más si avanzas más al norte llegas al borde de la tierra y puedes ver el mar de leche y la cabeza de la tortuga que carga el planeta.
Es un barrio que tiene una fama de ser peligroso, y bueno sí era así, pero ya no, ya quemamos a la mayoría de ladrones así que ya no hay tanta delincuencia jeje pero aún así, la fama de la JAI le precede y eso me trae un grave problema: en la noche los taxis no me quieren llevar allá.
- uhhh, allá roban y no dan factura
- huevadas mi don, si quiere le dejo en la entrada (claro a 5 km chch)
- allá me han de robar el carro
- y ¿cómo sé que usted no me va a robar?
En todo caso, siempre intentando, hay uno que dice: vamos. En una ocasión, me topé con un taxista que con mucho miedo fue, pero en serio, tenía miedo, creo que como no había hecho dinero ese día aceptó llevarme, claro que yo tampoco ayudaba, le decía:
- no es tan peligroso el barrio, porque la mayoría de malhechores ya han muerto, entre ellos mismo se matan, pero ya no es tan "denso", bueno una vez se enfrentaron a balazos frente a mi casa, pero eso casi no sucede, y bueno los carros si se roban , pero como en todo Quito, sólo que allá hay una quebrada dónde botan a los taxistas, pero como le dije, eso es muuuuuuy de repente...
Llegando a la madrugada, por las calles sólo ves a uno que otro tipo caminando por ahí y hay un 90% de probabilidad de que sean ladrones, el otro 10% es que sean vagos como uno jejeje
Entonces, llegando a una cuadra de mi casa estaba un grupo de jóvenes, y el taxista se asusta, para y dice: chugcha!! esos tienen cara de malas gentes. Le dije: no pasa nada, además ya llegamos. Me dice: ¿dónde vive?. Allá en esa casa no más -le respondí- y el taxista me dice: entonces ya llegamos, porque no voy a pasar por dónde esos tipos.
Otro tipo le hubiese puteado, pero yo sabía quienes eran así que pagué y me bajé. El taxista dio retro como si hubiese visto al diablo y huyó. Yo caminaba cagándome de risa, y llego a donde estos tipos que eran mis vecinos y amigos con lo que crecí, así que por eso no tenía nada de miedo, me acerco a saludarles y me río por lo que pasaba, uno de ellos me pregunta por qué me río, y le dije:
- Nada Washo, sólo que acabo de comprobar mi teoría de que mis amigos son más feos que el culo de un mono!!! jajajaja
DEJE EN 8 LA CARRERA VEA: JUAN
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