Jo jo jo joder jo jo jo
Bien, se acercan las fiestas y eso trae consigo el caos social causado por el consumismo y el apuro por conseguir regalos, es la fecha en la que los centros comerciales se llenan de colores y las tarjetas de crédito rebozan sus cupos, por todo lado se oyen villancicos y ves tantos Santa Claus que ya te dan tedio, películas navideñas invaden los canales de TV, y tienes que ver la diferencia social entre familias que llevan muchas cosas a sus niños y otros niños que no tienen mucho, por lo menos en el país se ha tratado de erradicar la mendicidad que se daba en estas fechas. Todas estas cosas hacen que un adulto oscurezca su idea de la navidad, que la odie y que sienta que es una fiesta estúpida marcada por la codicia y el mercado, así es como un adulto empieza a olvidar la navidad.
Entre una de esas personas me hallo yo, sin embargo no todo es tan gris en mi mente, verán tengo dos sobrinas una de 3 años y una de 9 años que son como mis hermanitas, y es en estas fechas que por supuesto escuela que se respete debe hacer programas navideños, bien cada una de mis sobrinas tuvo su programa con su respectiva fundita de caramelos y todo eso, y ya que uno anda de vago no me parecía nada malo acompañarlas a sus programas a ver que hacían, cuando entré a la escuelita de mi sobrina me vino ese recuerdo de mi infancia cuando yo también corría por los patios de la escuela con mis amigos jugando, o cuando me amontonaba en una fila para que me den una funda de caramelos o algún juguete que obviamente habían pagado mis padres jeje Y recordaba que me gustaba la navidad, la veía desde los ojos de un niño, me gustaba la música, los colores y diablos me encantan los chocolates.
Así mismo vi a mis sobrinas disfrutar de las fiestas, estaban en su papayal y en ese momento tú serías capaz de decirle a un niño tan feliz que su felicidad se basa en ideas falsas, que va sería el Grinch, me di cuenta de que la navidad es para los niños, es una fiesta que los hace muy felices, cuando era niño me encantaba la navidad, en familia me reunía con mis primos y pasaba jugando horas y horas, la familia se reúne aunque sea a ver películas, y te acabas los dientes a punta de caramelos.
Mirando lo feliz que estaba mi sobrina de 3 años, incluso canté villancicos con ella como negarme a la mirada de una niñita jeje, me di cuenta que mi amargura es para mí y no debo compartirla con los niños, si ellos cuando crecen deciden dejar de creer y amargarse como uno es su problema, pero mientras sean niños que celebren la navidad y se sientan muy felices que no tenemos derecho de quitarles su felicidad.
En fin, la Navidad es una fiesta compleja, que cada quien haga lo que quiera, pero recuerden como les gustaba de niños.
En fin tengan unas felices fiestas y recuerden que lo importante no es gastar sino estar con la gente que quieres.
NO ESPERES SÓLO A NAVIDAD PARA SER BUENO: JUAN
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