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domingo, 22 de julio de 2012

LUZ DEL DOMINGO LXXI



La historia de Noé... dos veces


Estos primeros libros de la Biblia muestran una forma de descomposición tan extraordinaria como la de cualquier otro libro del mundo. Imaginemos que se asignara a cuatro personas diferentes la tarea de escribir un libro sobre el mismo tema, para después tomar cada una de las versiones, desmembrarla y combinarla en una sola narración, larga y continua, para afirmar finalmente que toda esa narración había sido escrita por una sola persona. Imaginemos que después se entrega el libro a los detectives y se les pide que averigüen: 1) que el libro no fue escrito por una sola persona; 2) que fue escrito por cuatro; 3) quiénes fueron esas cuatro personas, y 4) quién combinó las historias que habían escrito.

Para aquellos lectores que deseen obtener una mejor visión de la situación,  una historia bíblica del arca de Noé, tal y como aparece en el Génesis. La historia del diluvio es una combinación de la fuente J y la fuente P. 

Si se leen ambas fuentes desde el principio hasta el final y después se retrocede y se lee la otra, se podrán distinguir dos narraciones completas y continuas, cada una de las cuales posee su propio vocabulario y preocupaciones:

El diluvio — Génesis 6,5-8,22

GÉNESIS 6:
5 Viendo Yahvé que la maldad del hombre cundía en la Tierra, y que todos los pensamientos que ideaba su corazón eran puro mal de continuo, 
6 le pesó a Yahvé de haber hecho al hombre en la Tierra, y se indignó en su corazón.
7 Y dijo Yahvé: «Voy a exterminar de sobre la haz del suelo al hombre que he creado —desde el hombre hasta los ganados, las sierpes, y hasta las aves del cielo —, porque me pesa haberlos hecho».
8 Pero Noé halló gracia a los ojos de Yahvé.
9 ÉSTA ES LA HISTORIA DE NOÉ: NOÉ FUE EL VARÓN MÁS JUSTO Y CABAL DE SU TIEMPO. NOÉ ANDABA CON DIOS.
10 NOÉ ENGENDRÓ TRES HIJOS: SEM, CAM Y JAFET.
11 LA TIERRA ESTABA CORROMPIDA EN LA PRESENCIA DE DIOS: LA TIERRA SE LLENÓ DE VIOLENCIAS.
12 DIOS MIRÓ A LA TIERRA, Y HE AQUÍ QUE ESTABA VICIADA, PORQUE TODA CARNE TENÍA UNA CONDUCTA VICIOSA SOBRE LA TIERRA.
13 DIJO, PUES, DIOS A NOÉ: «HE DECIDIDO ACABAR CON TODA CARNE, PORQUE LA TIERRA ESTÁ LLENA DE VIOLENCIAS POR CULPA DE ELLOS. POR ESO, HE AQUÍ QUE VOY A EXTERMINARLOS DE LA TIERRA.
14 HAZTE UN ARCA DE MADERAS RESINOSAS. HACES EL ARCA DE CAÑIZO Y LA CALAFATEAS POR DENTRO Y POR FUERA CON BETÚN.
15 ASÍ ES COMO LA HARÁS: LONGITUD DEL ARCA, TRESCIENTOS CODOS; SU ANCHURA, CINCUENTA CODOS; Y SU ALTURA, TREINTA CODOS.
16 HACES AL ARCA UNA CUBIERTA Y A UN CODO LA REMATARÁS POR ENCIMA, PONES LA PUERTA DEL ARCA EN SU COSTADO, Y HACES UN PRIMER PISO, UN SEGUNDO Y UN TERCERO.
17 «POR MI PARTE, VOY A TRAER EL DILUVIO, LAS AGUAS SOBRE LA TIERRA, PARA EXTERMINAR TODA CARNE QUE TIENE HÁLITO DE VIDA BAJO EL CIELO: TODO CUANTO EXISTE EN LA TIERRA PERECERÁ.
18 PERO CONTIGO ESTABLECERÉ MI ALIANZA: ENTRARÁS EN EL ARCA TÚ Y TUS HIJOS, TU MUJER Y LAS MUJERES DE TUS HIJOS CONTIGO.
19 Y DE TODO SER VIVIENTE, DE TODA CARNE, METERÁS EN EL ARCA UNA PAREJA PARA QUE SOBREVIVAN CONTIGO. SERÁN MACHO Y HEMBRA.
20 DE CADA ESPECIE DE AVES, DE CADA ESPECIE DE GANADOS, DE CADA ESPECIE DE SIERPES DEL SUELO ENTRARÁN CONTIGO SENDAS PAREJAS PARA SOBREVIVIR.
21 TÚ MISMO PROCÚRATE TODA SUERTE DE VÍVERES Y HAZTE ACOPIO PARA QUE OS SIRVAN DE COMIDA A TI Y A ELLOS.»
22 ASÍ LO HIZO NOÉ Y EJECUTÓ TODO LO QUE LE HABÍA MANDADO DIOS.
GÉNESIS 7:
1 Yahvé dijo a Noé: «Entra en el arca tú y toda tu casa, porque tú eres el único justo que he visto en esta generación.
2 De todos los animales puros tomarás para ti siete parejas, el macho con su hembra, y de todos los animales que no son puros, una pareja, el macho con su hembra.
3 (Asimismo de las aves del cielo, siete parejas, machos y hembras) para que sobreviva la casta sobre la haz de toda la Tierra.
4 Porque dentro de siete días haré llover sobre la Tierra durante cuarenta días y cuarenta noches, y exterminaré de sobre la haz del suelo todos los seres que hice.»
5 Y Noé ejecutó todo lo que le había mandado Yahvé.
6 NOÉ CONTABA SEISCIENTOS AÑOS CUANDO
ACAECIÓ EL DILUVIO, LAS AGUAS, SOBRE LA TIERRA.
7 Noé entró en el arca, y con él sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos, para salvarse de las aguas del diluvio.
8 (DE LOS ANIMALES PUROS, Y DE LOS ANIMALES QUE NO SON PUROS, Y DE LAS AVES, Y DE TODO LO QUE SERPEA POR EL SUELO,
9 SENDAS PAREJAS DE CADA ESPECIE ENTRARON CON NOÉ EN EL ARCA, MACHOS Y HEMBRAS, COMO HABÍA MANDADO DIOS A NOÉ.)
10 A la semana, las aguas del diluvio vinieron sobre la Tierra.
11 EL AÑO SEISCIENTOS DE LA VIDA DE NOÉ, EL MES SEGUNDO, EL DÍA DIECISIETE DEL MES, EN ESE DÍA SALTARON TODAS LAS FUENTES DEL GRAN ABISMO, Y LAS COMPUERTAS DEL CIELO SE ABRIERON,
12 y estuvo lloviendo sobre la Tierra cuarenta días y cuarenta noches.
13 EN AQUEL MISMO DÍA ENTRÓ NOÉ EN EL ARCA, COMO TAMBIÉN LOS HIJOS DE NOÉ, SEM, CAM Y JAFET, Y LA MUJER DE NOÉ, Y LAS TRES MUJERES DE SUS HIJOS;
14 Y CON ELLOS LOS ANIMALES DE CADA ESPECIE, LAS SIERPES DE CADA ESPECIE QUE REPTAN SOBRE LA TIERRA, Y LAS AVES DE CADA ESPECIE: TODA CLASE DE PÁJAROS Y SERES ALADOS;
15 ENTRARON CON NOÉ EN EL ARCA SENDAS PAREJAS DE TODA CARNE EN QUE HAY ALIENTO DE VIDA,
16 Y LOS QUE.IBAN ENTRANDO ERAN MACHO Y HEMBRA DE TODA CARNE, COMO DIOS SE LO HABÍA MANDADO. Y Yahvé cerró la puerta detrás de Noé.
17 El diluvio duró cuarenta días sobre la Tierra. Crecieron las aguas y levantaron el arca que se alzó de encima de la Tierra.
18 Subió el nivel de las aguas y crecieron mucho sobre la Tierra, mientras el arca flotaba sobre la superficie de las aguas.
19 Subió el nivel de las aguas mucho, muchísimo sobre la Tierra, y quedaron cubiertos los montes más altos que hay debajo del cielo.
20 Quince codos por encima subió el nivel de las aguas quedando cubiertos los montes.
21 PERECIÓ TODA CARNE: LO QUE REPTA POR LA TIERRA, JUNTO CON AVES, GANADOS, ANIMALES Y TODO LO QUE PULULA SOBRE LA TIERRA, Y TODA LA HUMANIDAD.
22 Todo cuanto respira hálito vital, todo cuanto existe en tierra firme, murió.
23 Yahvé exterminó todo ser que había sobre la haz del suelo, desde el hombre hasta los ganados, hasta las sierpes y hasta las aves del cielo: todos fueron exterminados de la Tierra, quedando sólo Noé y los que con él estaban en el arca.
24 LAS AGUAS INUNDARON LA TIERRA POR ESPACIO DE CIENTO CINCUENTA DÍAS.
GÉNESIS 8:
1 ACORDÓSE DIOS DE NOÉ Y DE TODOS LOS ANIMALES Y DE LOS GANADOS QUE CON ÉL ESTABAN EN EL ARCA. DIOS HIZO PASAR UN VIENTO SOBRE LA TIERRA Y LAS AGUAS DECRECIERON.
2 SE CERRARON LAS FUENTES DEL ABISMO Y LAS COMPUERTAS DEL CIELO, y cesó la lluvia del cielo.
4 Poco a poco retrocedieron las aguas sobre la Tierra. AL CABO DE CIENTO CINCUENTA DÍAS, LAS AGUAS HABÍAN MENGUADO, Y EN EL MES SÉPTIMO, EL DÍA DIECISIETE DEL MES, VARÓ EL ARCA SOBRE LOS MONTES DE ARARAT.
5 LAS AGUAS SIGUIERON MENGUANDO PAULATINAMENTE HASTA EL MES DÉCIMO, Y EL DÍA PRIMERO DEL DÉCIMO MES ASOMARON LAS CUMBRES DE LOS MONTES.
6 Al cabo de cuarenta días, abrió Noé la ventana que había hecho en el arca,
7 Y SOLTÓ AL CUERVO, EL CUAL ESTUVO SALIENDO Y RETORNANDO HASTA QUE SE SECARON LAS AGUAS SOBRE LA TIERRA.
8 Después soltó a la paloma, para ver si habían menguado ya las aguas de la superficie terrestre.
9 La paloma, no hallando donde posar el pie, tornó donde él, al arca, porque aún había agua sobre la superficie de la Tierra; y alargando él su mano, la asió y metióla consigo en el arca. Aún esperó otros siete días y volvió a soltar la paloma del arca.
10 La paloma vino al atardecer, y he aquí que traía en el pico un ramo verde de olivo, por donde conoció Noé que habían disminuido las aguas de encima de la Tierra.
11 Aún esperó otros siete días y soltó la paloma, que ya no volvió donde él.
12 EL AÑO SEISCIENTOS UNO DE LA VIDA DE NOÉ, EL DÍA PRIMERO DEL PRIMER MES, SE SECARON LAS AGUAS DE ENCIMA DE LA TIERRA. Noé retiró la cubierta del arca, miró y he aquí que estaba seca la superficie del suelo.
13 EN EL SEGUNDO MES, EL DÍA VEINTISIETE DEL MES, QUEDÓ SECA LA TIERRA.
14 HABLÓ ENTONCES DIOS A NOÉ EN ESTOS TÉRMINOS:
15 «SAL DEL ARCA TÚ, Y CONTIGO TU MUJER, TUS HIJOS Y LAS MUJERES DE TUS HIJOS.
16 SACA CONTIGO TODOS LOS ANIMALES DE TODA ESPECIE QUE TE ACOMPAÑAN, AVES, GANADOS Y TODAS LAS SIERPES QUE REPTAN SOBRE LA TIERRA. QUE PULULEN SOBRE LA TIERRA Y SEAN FECUNDOS Y SE MULTIPLIQUEN SOBRE LA TIERRA.»
17 SALIÓ, PUES, NOÉ, Y CON ÉL SUS HIJOS, SU MUJER Y LAS MUJERES DE SUS HIJOS.
18 TODOS LOS ANIMALES, TODOS LOS GANADOS, TODAS LAS AVES Y TODAS LAS SIERPES QUE REPTAN SOBRE LA TIERRA SALIERON POR FAMILIAS DEL ARCA.
19 Noé construyó un altar a Yahvé, y tomando de todos los animales puros y de todas las aves puras, ofreció holocaustos en el altar.


20 Al aspirar Yahvé el calmante aroma, dijo en su corazón:«Nunca más volveré a maldecir el suelo por causa del hombre, porque las trazas del corazón humano son malas desde su niñez, ni volveré a herir a todo ser viviente como lo he hecho. «Mientras dure la Tierra, sementera y siega, frío y calor, verano e invierno, día y noche, no cesarán>>

 Anotamos ahora cada versión por separado para leerlas de corrido

Versión J

Viendo Yahvé que la maldad del hombre cundía en la Tierra, y que todos los pensamientos que ideaba su corazón eran puro mal de continuo, le pesó a Yahvé de haber hecho al hombre en la Tierra, y se indignó en su corazón. Y dijo Yahvé: «Voy a exterminar de sobre la haz del suelo al hombre que he creado —desde el hombre hasta los ganados, las sierpes, y hasta las aves del cielo —, porque me pesa haberlos hecho».

Pero Noé halló gracia a los ojos de Yahvé. Yahvé dijo a Noé: «Entra en el arca tú y toda tu casa, porque tú
eres el único justo que he visto en esta generación. De todos los animales puros tomarás para ti siete parejas, el macho con su hembra, y de todos los animales que no son puros, una pareja, el macho con su hembra. (Asimismo de las aves del cielo, siete parejas, machos y hembras) para que sobreviva la casta sobre la haz de toda la Tierra. Porque dentro de siete días haré llover sobre la Tierra durante cuarenta días y cuarenta noches, y exterminaré de sobre la haz del suelo todos los seres que hice.»

Y Noé ejecutó todo lo que le había mandado Yahvé. Noé entró en el arca, y con él sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos, para salvarse de las aguas del diluvio. A la semana, las aguas del diluvio vinieron sobre la Tierra. y estuvo lloviendo sobre la Tierra cuarenta días y cuarenta noches.

Y Yahvé cerró la puerta detrás de Noé. El diluvio duró cuarenta días sobre la Tierra. Crecieron las aguas y levantaron el arca que se alzó de encima de la Tierra. Subió el nivel de las aguas y crecieron mucho sobre la Tierra, mientras el arca flotaba sobre la superficie de las aguas. Subió el nivel de las aguas mucho, muchísimo sobre la Tierra, y quedaron cubiertos los montes más altos que hay debajo del cielo.

Quince codos por encima subió el nivel de las aguas quedando cubiertos los montes. Todo cuanto respira hálito vital, todo cuanto existe en tierra firme, murió. Yahvé exterminó todo ser que había sobre la haz del suelo, desde el hombre hasta los ganados, hasta las sierpes y hasta las aves del cielo: todos fueron exterminados de la Tierra, quedando sólo Noé y los que con él estaban en el arca. y cesó la lluvia del cielo.

Poco a poco retrocedieron las aguas sobre la Tierra. Al cabo de cuarenta días, abrió Noé la ventana que había hecho en el arca. Después soltó a la paloma, para ver si habían menguado ya las aguas de la superficie terrestre. La paloma, no hallando donde posar el pie, tornó donde él, al arca, porque aún había agua sobre la superficie de la Tierra; y alargando él su mano, la asió y metióla consigo en el arca. Aún esperó otros siete días y volvió a soltar la paloma del arca. La paloma vino al atardecer, y he aquí que traía en el pico un ramo verde de olivo, por donde conoció Noé que habían disminuido las aguas de encima de la Tierra.

Aún esperó otros siete días y soltó la paloma, que ya no volvió donde él. Noé retiró la cubierta del arca, miró y he aquí que estaba seca la superficie del suelo. Noé construyó un altar a Yahvé, y tomando de todos los animales puros y de todas las aves puras, ofreció holocaustos en el altar.

Al aspirar Yahvé el calmante aroma, dijo en su corazón:



Nunca más volveré a maldecir el suelo por causa del hombre, porque las trazas del corazón humano son malas desde su niñez, ni volveré a herir a todo ser viviente como lo he hecho.


«Mientras dure la Tierra, sementera y siega, frío y calor, verano e invierno, día y noche, no cesarán>>


Versión P

Ésta es la historia de Noé:
Noé fue el varón más justo y cabal de su tiempo. Noé andaba con Dios. Noé engendró tres hijos: Sem, Cam y Jafet. la tierra estaba corrompida en la presencia de Dios: la tierra se llenó de violencias.
Dios miró a la tierra, y he aquí que estaba viciada, porque toda carne tenía una conducta viciosa sobre la tierra. dijo, pues, Dios a Noé: «he decidido acabar con toda carne, porque la tierra está llena de violencias por culpa de ellos. Por eso, he aquí que voy a exterminarlos de la tierra. Hazte un arca de maderas resinosas. haces el arca de cañizo y la calafateas por dentro y por fuera con betún.

Así es como la harás: longitud del arca, trescientos codos; su anchura, cincuenta codos; y su altura, treinta codos, haces al arca una cubierta y a un codo la rematarás por encima, pones la puerta del arca en su costado, y haces un primer piso, un segundo y un tercero.

«Por mi parte, voy a traer el diluvio, las aguas sobre la tierra, para exterminar toda carne que tiene hálito de vida bajo el cielo: todo cuanto existe en la tierra perecerá. pero contigo estableceré mi alianza: entrarás en el arca tú y tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos contigo. Y de todo ser viviente, de toda carne, meterás en el arca una pareja para que sobrevivan contigo. serán macho y hembra. De cada especie de aves, de cada especie de ganados, de cada especie de sierpes del suelo entrarán contigo sendas parejas para sobrevivir. Tú mismo procúrate toda suerte de víveres y hazte acopio paraque os sirvan de comida a ti y a ellos.»

Así lo hizo Noé y ejecutó todo lo que le había mandado Dios. Noé contaba seiscientos años cuando acaeció el diluvio, las aguas, sobre la tierra. De los animales puros, y de los animales que no son puros, y de las aves, y de todo lo que serpea por el suelo, sendas parejas de cada especie entraron con Noé en el arca, machos y hembras, como había mandado Dios a Noé.

El año seiscientos de la vida de Noé, el mes segundo, el día diecisiete del mes, en ese día saltaron todas las fuentes del gran abismo, y las compuertas del cielo se abrieron, En aquel mismo día entró Noé en el arca, como también los hijos de Noé, Sem, Cam y Jafet, y la mujer de Noé, y las tres mujeres de sus hijos; y con ellos los animales de cada especie,  las sierpes de cada especie que reptan sobre la tierra, y las aves de cada especie: toda clase de pájaros y seres alados; entraron con Noé en el arca sendas parejas de toda carne en que hay aliento de vida y los que iban entrando eran macho y hembra de toda carne, como Dios se lo había mandado.

Pereció toda carne: lo que repta por la tierra, junto con aves, ganados, animales y todo lo que pulula sobre la tierra, y toda la humanidad. Las aguas inundaron la tierra por espacio de ciento cincuenta días.
Acordóse Dios de Noé y de todos los animales y de los ganados que con él estaban en el arca. Dios hizo pasar un viento sobre la tierra y las aguas decrecieron.

Se cerraron las fuentes del abismo y las compuertas del cielo. Al cabo de ciento cincuenta días, las aguas habían menguado, y en el mes séptimo, el día diecisiete del mes, varó el arca sobre los montes de Ararat.
Las aguas siguieron menguando paulatinamente hasta el mes décimo, y el día primero del décimo mes asomaron las cumbres de los montes.
Y cerraron las fuentes del abismo y las compuertas del cielo. Y soltó al cuervo, el cual estuvo saliendo y retornando hasta que se secaron las aguas sobre la tierra.

El año seiscientos uno de la vida de Noé, el día primero del primer mes, se secaron las aguas de encima de la tierra en el segundo mes, el día veintisiete del mes, quedó seca la tierra. Habló entonces Dios a Noé en estos términos: 

«Sal del arca tú, y contigo tu mujer, tus hijos y las mujeres de tus hijos. Saca contigo todos los animales de toda especie que te acompañan, aves, ganados y todas las sierpes que reptan sobre la tierra. que pululen sobre la tierra y sean fecundos y se multipliquen sobre la tierra.»

Salió, pues, Noé, y con él sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos. Todos los animales, todos los ganados, todas las aves y todas las sierpes que reptan sobre la tierra salieron por familias del arca.

Cada uno con sus propias palabras

El propio hecho de que sea posible separar dos historias continuas como éstas ya es algo notable, y aporta una poderosa prueba en favor de la hipótesis. Sólo se tiene que intentar hacer lo mismo con cualquier otro libro para comprender lo impresionante que resulta este fenómeno. Pero no sólo se trata de la posibilidad de extraer dos historias. Lo más extraordinario es que cada historia emplea consistentemente su propio lenguaje. La historia P (la que aparece mayúsculas), siempre se refiere a la divinidad llamándola Elohim. La historia J, por el contrario, siempre le llama Yahvé. P se refiere al sexo de los animales llamándolos «macho y hembra» (Gn 6, 19; 7, 9; 7, 16). J emplea los términos «hombre y su mujer» (7,2), así como macho y hembra. P dice que todo «perecerá» (6,17; 7, 21), mientras J dice que todo «murió» (7, 22).

Pero las dos versiones no sólo difieren en cuanto a terminología, sino también en detalles de la historia que se narra. En P se toma una pareja de cada clase de animal. En J se toman siete parejas de animales puros y una pareja de animales impuros. (Aquí, el término «puro» se refiere a que es adecuado para el sacrificio. Así, los corderos son puros, mientras que los leones son impuros.) P dice que el diluvio duró un año (370 días). J dice que fueron cuarenta días y cuarenta noches. P dice que Noé envió un cuervo. J dice que una paloma. Evidentemente, P muestra una preocupación por las edades, las fechas y las medidas en codos, mientras que J no. 

Pero probablemente la diferencia más notable entre ambas versiones sea su forma distinta de representar a Dios. No se trata únicamente de que denominen a la divinidad con nombres distintos. J nos presenta una divinidad capaz de lamentar cosas que ha hecho (6, 6-7), lo que plantea interesantes cuestiones teológicas, como la de si un ser todopoderoso y sapientísimo lamentaría las acciones del pasado.

Nos presenta una divinidad capaz de «indignarse en su corazón» (6,6), que cierra personalmente el arca (7, 16), y que aspira el aroma del sacrificio de Noé (8, 21). En P, en cambio, falta prácticamente la cualidad antropomórfica que vemos en J. En P Dios es considerado más bien como un controlador trascendente del universo.

Las dos historias del diluvio se pueden separar y son completas en sí mismas. Cada una de ellas tiene su propio lenguaje, sus propios detalles, e incluso su propio concepto de Dios. Y ni siquiera todo esto nos da una imagen completa, porque el lenguaje, los detalles y el concepto de Dios de la historia del diluvio de J son consistentes con el lenguaje, los detalles y el concepto de Dios que aparece en otras historias de J. Los investigadores descubrieron que cada una de estas fuentes es una colección consistente de historias, poemas y leyes.

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