En este post voy a contarles acerca de uno de mis actos de camarón al volante, se trata pues de que me choqué con un viejo sólo que yo iba manejando y él a pie!!!
Sucede que tengo un carro Trooper, este modelo tiene la rueda de emergencia en la puerta de atrás y de cierto modo obstruye la visibilidad, este fue un factor determinante en este tope, resulta que iba manejando por una cuesta bajo una de esas lluvias malditas, el veterano bajaba con un paraguas y pasó junto a mi vehículo mientras yo subía despacio, la cuesta estaba muy empinada y corría mucha agua por la calle así que el carro patinaba y no pude seguir subiendo, entonces decidí retroceder para tomar una calle unos 100 metros abajo, había pasado menos de un minuto desde que pasó el mayor hasta cuando empecé a retroceder, la lluvia en el vidrio trasero no me dejaba ver y sólo usaba los espejos para guiarme, ya que la calle parecía estar vacía yo continuaba resbalando el auto hacia atrás hasta que me detuve porque a mi derecha estaba la calle por la que me iba a desviar, hasta ese momento no había pasado nada raro, fue cuando puse la primera marcha y aceleré para salir que el carro se me resbaló un poco hacia atrás debido a la cuesta y en ese instante vi por el retrovisor que la silueta de un hombre abría los brazos y lanzó el paraguas a un lado.
Mierda, ¿cómo pasó eso?- me dije-, le topé con el carro al mayor de espaldas y no entendía como, ¿cómo no le golpee mientras bajaba sino sólo al momento de arrancar?, ¿no escuchó que el auto estaba bajando?, ¿por qué chucha camina por media calle? Luego de las preguntas para entender la situación vinieron las de reacción: ¿mierda y ahora qué hago?, no se cayó y viene hacia mí ¿será que acelero y salgo corriendo? En vista de que el tipo venía hacia mí y era un cucho no escapé sino que abrí la ventana, saqué mi cabeza y le pregunté si estaba bien (pendejo) cosa que era evidente pues el mayor venía caminando sin ningún daño aparente, más bien mi auto creo que se abolló (jajaja), acto seguido mil puteadas llovieron sobre mis oídos, no en vano el man debe haber estado en sus 60´s porque conocía maldiciones que no había escuchado, traté de disculparme pero la ira del abuelo era enorme, si tenía los ojos rojos del enojo y me daba miedo de que fuese a tener un infarto de lo exaltado que estaba, me disculpé muchas veces más pero el tipo no entendía, hasta que mi paciencia se perdió y yo también le reclame: ¿por qué camina por media calle no sabrá para qué son las veredas?, ¿es sordo que mierda no escuchará semejante ruido que mete mi carro?, y ahí comenzó el intercambio verbal de maldiciones, era como una guerra de malas palabras:
¡guambra maricón chucha! por un lado
¡viejo hijo de puta! Por el otro
¡manejas como mudo animal!-decía el viejo-
¡vos ni sabes manejar abuelo careverga! –decía yo aunque sin saber que tenía eso que ver…
Y así íbamos puteándonos mutuamente hasta que el mayor se cansó y se largó no sin antes amenazarme con meterme preso y hasta la esquina le escuchaba que seguía maldiciéndome, mientras tanto traté de calmarme y luego pensé que de todas formas era yo el culpable ya que al fin y al cabo era quien conducía y debía ser más prudente, sin embargo la ira del viejo animal que se le notaba que era un campesino ignorante le dominaba y no pudo entenderme por más explicaciones que le di y las disculpas que le ofrecía, cuando me acuerdo del evento me causa gracia como nos dimos una manito de puteadas y aunque acepto que el mayor me derrotó insultándome al menos aprendí nuevos insultos.
Luego de este evento ha aprendido una cosa: si vuelvo a golpear a alguien con mi auto, le vuelvo a pasar por encima para asegurarme que no se levante y me largo.
Conduciendo sin temor…quitarán de ahí…
El Camarón: JUAN
No hay comentarios:
Publicar un comentario