Saludos gente, hoy quiero compartir con ustedes otro film de metal, éste es especial y trata sobre la historia de Ánvil, un grupo de metal de Canadá que por algún capricho de la vida no fue tan famoso siendo que fue una de las influencias del Thrash cuando se formaba.
Este video pretende ser un documental, pero sin darse cuenta más que un documental se convierte en una bitácora en video de las vicisitudes que tienen que pasar al tratar de relanzar el grupo, y poco a poco la historia se centra en los dos grandes amigos que se apoyan en todo, una historia que puede ser vista incluso por gente que no sepa nada de metal, porque el video retrata la lucha por un sueño y un ideal y a levantarse a pesar de estar derrotado toda la vida, La historia de Anvil te arrancará una lágrima no por el hecho de ser metalero, sino por el hecho de ser humano.
"No tiene importancia alguna si te gusta el metal, el punk, el hip hop, el indie o la salsa colombiana, porque si en verdad amas la música y la consideras tu pasión, entonces amarás el documental de Anvil."
"Podrían haber sido los reyes del speed metal pero terminaron buscándose un empleo; 20 años después, el mejor rockumental de la última década les salvó la vida: antes de su primer show porteño, su líder Lips Kudlow explica cómo decirle no a Lemmy y apela al metalero potencial en cada uno de nosotros"
Sínopsis:
Anvil, una agrupación canadiense que en la década del ochenta compartió escenario con monstruos de la época como Bon Jovi, Scorpions y Whitesnake, entre otros. Una banda de la cual los músicos ligados a los "cuatro elementos fundamentales del thrash" (Metallica, Anthrax, Megadeth y Slayer) reconocen en ellos una influencia importante, como una de las bandas seminales que pavimentó la ruta que posteriormente ellos mismos seguirían. Una banda que hoy pocos conocen y otros menos recuerdan.
En aquella época, "Si no podemos ser mejor que ellos, entonces mejor nos vamos para la casa" confiesa Scott Ian de Anthrax.
El propio Lemmy Kilmister de Motörhead sólo tiene palabras de respeto y admiración hacia este grupo norteamericano caído en el olvido y que tras treinta años de carrera sigue soñando con conquistar la gloria. Si fuese un asunto de justicia, Anvil debiese tener un lugar privilegiado en la historia del metal, pero ¿qué fue lo que sucedió con Anvil que nunca pudieron subir al siguiente nivel? El presente documental intenta resolver esta y otras interrogantes. Es tiempo de poner las cosas en su sitio.
Steve "Lips" Kudlow y Robb "Robb-o" Reiner, voz-guitarra y batería respectivamente de Anvil son los pilares de la banda, los dos miembros fundadores que encabezan el proyecto. Unos adelantados a su época. Con más de una docena de álbumes editados en una extensa carrera, tuvieron sus quince minutos de fama con el álbum "Metal on Metal" de 1982 y el single del mismo nombre que sería su éxito más reconocible. A partir de entonces, no han podido volver a levantar cabeza. La industria en la actualidad no está interesada en ellos ni en su música, tienen cincuenta años de edad, se les está cayendo el pelo y la cara, y siguen tocando la música que aman con la misma energía de sus primeras presentaciones. El metal es su sello.
Tenían 14 años cuando juraron formar una banda y tocar hasta ser viejecitos... han pasado treinta y ahí están todavía dando la lucha, con trabajos que odian, pero que les permiten mantener una familia, sin descuidar ese corazón roquero que tienen a toda prueba, infatigable y que no para. Si algo define a Anvil y a este documental son dos palabras que van intrínsecamente unidas: Persistencia y Pasión.
Sacha Gervasi, su director, nos ofrece un testimonio de dos tipos que no se dan por vencidos. Son tan unidos y cercanos que parecen hermanos de sangre, se apoyan, se acompañan, se pelean y se aman como los buenos amigos que son.
Hay momentos realmente patéticos en la historia, otros muy emotivos y corajudos, y uno en particular donde es imposible que no se nos sobrecoja el corazón ante una declaración de amor de hermanos, como nunca el cine nos había regalado antes, con un cariño y una sinceridad arrolladora. "Lips" es un personaje realmente entrañable.
Giras que no funcionan, una mánager sin capacidad de gestión, tocatas que son un fracaso y por las cuales no ganan un peso, conflictos al interior de la banda, frustraciones, olvidos y un largo pesar que hubiese destruido el ánimo de cualquier artista, menos el de "Lips" y "Robb-o".
Creen en sus talentos y en sus capacidades, y es que sólo han tenido mala suerte, pero ellos saben que algún día sus sueños se van a convertir en realidad y luchan cada día de su vida para que esto suceda.
Ver el rostro feliz de "Lips" ante la posibilidad de ofrecer un concierto es ver la cara de un niño al que le han regalado un juguete nuevo... ahí no hay años ni malas suertes que pesen, cada oportunidad para tocar en vivo es un renacer de la banda, son nuevos aires, nuevas energías y una inyección de optimismo que ya la quisiera cualquiera que se aventura con un proyecto personal y que reniega de él al primer tropiezo.
"¿Qué pasa si nadie aparece? Mierda, hombre. Eso no es algo bueno. A menudo cierro los ojos en medio del espectáculo y me imagino que el lugar está lleno y todos están vueltos locos y trato de aparentar que todo está bien y realmente lidio con eso después", son las palabras de "Lips" dándose ánimos y viendo con optimismo las cosas cuando nada parece resultar bien.
Que no te sorprenda verte llorando frente a la pantalla, riendo de buena gana y hasta aplaudiendo a rabiar por una obra como ésta. Con la historia de Anvil, dejamos de ser espectadores pasivos y pasamos a ser fanáticos-activos, porque en el fondo, cada espectador que conecta con esta historia lleva sobre sus huesos la misma pasión que profesa Anvil por la música, aunque ni siquiera conozcas todavía a esta banda, aunque nunca antes los hubieses escuchado, una vez que terminas de ver el documental, Anvil pasa a formar parte de tu propia banda sonora personal.
Ahora sí ponle PLAY:
ANVIL, LA HISTORIA DE ANVIL ES UNA MUESTRA DE LA TENACIDAD: JUAN
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