"Andinista es aquel que lleva su cuerpo a donde sus ojos lo soñaron" Gaston Rébuffat
A veces pensamos que los sueños son cosas inalcanzables; suspiramos y soñando despiertos musitamos "quizá algún día, quizá algún día..." o a veces preferimos permanecer despierto cuando dormimos porque todo allí es como nunca lo imaginamos.
Un Andinista es un soñador por excelencia. Es alguien que ha aprendido a vivir de sus sueños, alguien que aprendió a vivir en ellos. Es así como empieza esta travesía, con un sueño...
Un 24 de febrero a 5050 metros de altura a 2 ó 3 ºC a unos pasos de la cumbre del Iliniza Norte mis ojos se vislumbraron con una imagen de ensueño que marcaría mi vida. Un amanecer mágico en donde el sol bañaba con sus rayos al coloso volcán Cotopaxi el cual se veía como un naufrago en medio de una tempestad de nubes embravecidas que contrastaban con la calma que transmitía este paisaje. La imagen era tan basta que los ojos resultaban insuficientes.
Fue así como surgió este sueño, este sueño que no es más que una idea, una idea que al igual que otras tiene la virtud de volar y de no conocer limitaciones... es así que surge una fotografía y la promesa de llegar a la cumbre del Cotopaxi.
fotografía tomada por: Lenin Duchicela
Quizá fue esta fotografía en la que mi dedo indice se posa sobre la cumbre del Cotopaxi o el hecho de que estaba muy ilusionado con subir este volcán (pues sería mi primer nevado); fue lo que motivo a mi compañera y gran amiga del CAP Dennise Sosa a proponer una salida al Coto. Fue así como todo empezó; con una fotografía cuyo pie citaba una frase corta pero arriesgada, un simple: "próxima parada" y un sueño que se volvió promesa.
Es así que un 23 de marzo; un mes después de haber hecho la promesa de subir al Coto y a un año de haber entrado al CAP, pisaba por primera vez el refugio del Cotopaxi, con la esperanza de hacer cumbre.
Sin duda estaba muy emocionado, también muy cansado pues de la emoción no había podido conciliar el sueño, también estaba ansioso y algo agitado y temeroso. Todo un contraste de sentimientos y emociones. Y sobretodo el temor de que este contraste de emociones afectaran mi organismo e impidieran o truncaran mi promesa que cada vez se veía más cerca. Al menos el hecho de que me encontraba bien aclimatado me tranquilizaba un poco. Además de que salimos a caminar y a practicar un poco en el glaciar, aspectos que calmaron un tanto mis ansias.
fotografía tomada por: Dennise Sosa
Tras unas horas regresamos al refugio. Me sentía muy cansado, tenía mucho sueño; pero a la vez no podía dormir. No quedaba más que meterse a la cama a esperar que sea hora de partir. Fueron 4 horas que parecían días, pero al fin llegó la hora de ponerse en pie y prepararse para salir junto con más de 30 montañeros que tenían el mismo objetivo que nosotros.
El ascenso fue largo, muy largo en realidad. No presentaba complicaciones técnicas, pero era un largo trecho por andar, además la nieve estaba alta lo que hacía más cansada la travesía. La verdad no recuerdo haberme sentido tan cansado en algún otro momento de mi vida. Recuerdo que llegue a un punto en el que solo quería quedarme sentado y dormir un poco; por suerte ahí apareció el Santi con un pedacito de panela y el té de coca del Beto que ayudaron a que las fuerzas no decayeran. Yo iba encordado con Jean Carlos y Sebas; la otra cordada la conformaban el Santi, Dennise y Joha. El apoyo y la motivaciones que tus compañeros te dan en esos momentos y la motivación que tu mismo te puedes dar son las que hacen la diferencia. Entre palabras de aliento (el típico ya falta media horita, que por lo general no es cierto), una que otra puteada y uno que otro traguito de té de coca; veíamos como ya empezaba a amanecer. Y yo recién tomaba conciencia de todo lo que habíamos caminado, ya casi seis horas caminando con uno que otra parada y una pendiente que más que motivar desmotivaba. Sin duda el ultimo trecho fue el más duro. Jean Carlos y Sebas pueden dar fe de eso, ya que Jean Carlos me llevaba a mí y yo hacía lo mismo con Sebas. Llegue gateando, pero llegue y eso es lo importante. Aquí el vídeo de mi primera cumbre a un nevado
Al llegar a la cumbre no podía asimilar nada, estaba tan cansado que solo pensaba: y ahora como me bajo??? solo me decía llamen un helicóptero por favor que ya no jalo... jajajaja... ahora parece muy gracioso, pero en ese momento era muy en serio... jeje
Pasaron unos segundos para darme cuenta en donde estaba... pero sí, yo FRANCISCO VÁSCONEZ había cumplido una promesa que nació como un sueño... SI, ERA YO. YO ESTABA EN LA CUMBRE DEL COTOPAXI, estaba en la cumbre con una amanecer increíble con un clima totalmente favorable... podía ver todos los volcanes del país... bueno quizá no todos pero sí la mayoría, veía el cráter del Cotopaxi, era la primera vez que veía un cráter en vivo y como andinista y geólogo eso era recompensa suficiente para tan sacrificada empresa. Y no conforme con eso la naturaleza con lo maravillosa que es nos sorprendió con dos erupciones volcánicas. La primera del Sangay y la Segunda del Reventador. Sin duda maravilloso.
En realidad es muy difícil explicar lo que uno siente cuando esta en la cumbre de un volcán (lloré, lloré de alegría). Quizá la mejor forma de explicar este sentimiento es comenzar con una pregunta. Y por qué andinista? porque solo ahi soy todo y nada a la vez. Soy todo porque me convierto en una roca más de la montaña, solo ahi te vuelves uno con el universo y al mismo tiempo eres nada, porque tu existencia es efímera con todo lo que te rodea, es el "Om" que practican los brahmanes. Es el despersonalizarse, ahí tu dejas de ser un individuo para ser parte de un todo, tu eres la montaña, eres el viento gélido, eres el sol, eres esas nubes embravecidas, ¡yo era la erupción!
ERA YO ALCANZANDO LAS ESTRELLAS, ERA YO A 5897m
No sé si logré explicarme, pero al menos eso es lo que yo siento.
fotografía tomada por: Dennise Sosa
"Quien ha escuchado alguna vez la voz de las montañas, no la olvida nunca más". Proverbio Tibetano
"¿Cómo vas a saber querido amigo querida amiga lo que es la vida; si nunca jamás subiste a una montaña?". Dardo Rocha
fotografía tomada por: Santiago Guadalima
:Panch0:
Pd 1. Avisaran que en el refugio no hay cobijas... :'( jajajajajajajaja
Pd 2. Los smartphones no funcionan a los 5000m, para la próxima si llevo cámara... :'(
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