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sábado, 30 de abril de 2011

DRAGON BALL ABRIDGED 1A TEMP.

WEBEANDO me halle con este trabajo que simplemente esta genial, se trata de una parodia de dragon ball pero muy bien hecha, ya que utilizan las imagenes originales de la serie y la adaptacion de las voces es muy buena, además el lado comico es genial por lo que  me parece que se debe hecharle un vistazo.
hay cosas geniales como: Krilin es el más basura de todos, siempre le huevean y le golpean.
Goku es medio lento.
pero quien se roba esta temporada es Nappa, en toda la serie es genial el tipo, incluso la cancion en el capitulo final de ghost nappa es un bestia, nunca pense que dragon ball me iba a hacer c**gar de la risa tanto.

todos los capitulos estan subtitulados, a los que no aparece dale click en CC jeton (de pronto algunos no saben!!) y disfruta de esta serie!!! 
























viernes, 29 de abril de 2011

VIERNES CUCHILLERO: UNA SONRISA AL ATARDECER

UNA SONRISA AL ATARDECER: AKASH



No se el por que
Si queriendo dar no recibo nada,
Su voz se escapo
Una gota de agua
En mi sala.
Y ahora dudo de mí
Propio instinto
Todo en ti es igual
Pero soy destinto,
Dispuesto a empezar

La vi sonreír
Y pensé en un momento
Que la había hallado
Aposte a ganar
Y la mala suerte hecho los dados;
Un frió de muerte
Sacudió mi espina
Me encontré de nuevo
En la misma esquina
Queriendo morir.

Coro:
A veces es bueno sufrir
Lo digo por que hoy me siento así
Disfruto con mi dolor
Y las notas de esta canción
A veces es bueno llorar
Limpiar lo negro que hay
Dentro de mí,
Dar alas a este sentimiento
Y dejarlo escapar.

Y al decir que mi corazón
Nunca había llorado
Crucé el lumbral
Que separa el mundo
De lo irreal
Me estoy ahogando en mí
Propio barro,
Jugando al rey he
Sido un lacayo
De la soledad

Coro:
A veces es bueno sufrir
Lo digo por que hoy me siento así
Disfruto de mi dolor
Y las notas de esta canción
A veces es bueno llorar
Limpiar lo negro que hay
Dentro de mí,
Dar alas a este sentimiento
Y dejarlo escapar.

No, no creas que estoy vencido
De tus cenizas me levantare
Y le arrancare un gemido al viento
Por ti.

Veras que al final
Nuestros caminos se encontraran
No habrá más dolor
Solo el recuerdo de algo fugaz
Y como amigo me miraras
Otra vez
Una sonrisa al atardecer
Cuando muera el sol

Coro:
A veces es bueno sufrir
Lo digo por que hoy me siento así
Disfruto de mi dolor
Y las notas de esta canción
A veces es bueno llorar
Limpiar lo negro que hay
Dentro de mí,
Dar alas a este sentimiento
Y dejarlo escapar.

Ohh, Ohh, Ohh, Ohh,
Ohh, Ohh, Ohh, Ohh,
Ohh, Ohh, Ohh, Ohh,

viernes, 22 de abril de 2011

VIERNES CUCHILLERO: ESPIRITU DE AMOR

ESPIRITU DE AMOR: WARCRY






Aquellos momentos que la muerte me robó,aquel sentimiento nunca desapareció,tanto te echo de menos mi vida no tiene fin.
Sólo tengo tus recuerdos,sólo eso me une a ti.

Sé que todo terminó,que ya acabó,todo el amor que hubo aqui ella se lo llevó,quiero rozar tu piel,sentir tu corazón que fácil el ayer,mi amor.


Vago por las calles sin tener nada que hacer navegando sin destino sin rumbo que mantener, recordando mi pasado cuando estaba junto a ti,sólo por esos recuerdo aún continúo aquí,siempre aqui!!


Hoy volveré a tu lado una vez más,volveré a contemplar esa mirada tranquila,lejos de mi,sin poderte abrazar deseando acariciar tu cuerpo hasta que llegue el dia y no....


OH OH OH

OH OH OH
OH OH OH

Llego la noche,suelo regresar

Cuido sus sueños en la oscuridad
Cada noche,suelo regresar
Cuido sus sueños en la oscuridad
Cada noche,suelo regresar
Cuido sus sueños en la oscuridad

domingo, 17 de abril de 2011

LUZ DEL DOMINGO XII

Jesús, un judío fiel a la Ley hebrea del que apenas conocemos nada
A pesar de los miles de libros que se han escrito sobre Jesús de Nazaret, es tan poco lo que se sabe acerca de su vida real que muchos investigadores siguen albergando serias dudas acerca de su historicidad. La fuente básica que informa sobre su existencia mana desde los Evangelios, pero estos textos, como confesión de fe que son, resultan interesados, unilaterales, apologéticos, mitificados y con tantos vacíos y silencios sospechosos que parecen difícilmente aceptables para cualquier historiador que pretenda ser riguroso y objetivo.

En las fuentes paganas (Tácito y Suetonio) sólo se encuentran algunas vagas referencias informando de que en el siglo II era común la creencia de que Jesús había sido un personaje real. En las fuentes judías antiguas, sólo se menciona brevemente a Jesús en el Talmud y en unos pocos pasajes de la obra del historiador Flavio Josefo —en los que no se aporta nada diferente de la imagen que dan de él los Evangelios—, pero son justamente unos pasajes sobre los que los expertos mantienen muy serias reservas acerca de su posible autenticidad, ya que parecen ser añadidos cristianos posteriores en busca del sello de autentificación histórica que dan los textos de Josefo. Quedan, por tanto, como fuentes exclusivas los cuatro Evangelios, que son obras muy dudosas, tal como ya hemos visto, y notablemente contradictorias entre sí.
Con todo, dado que los Evangelios se empezaron a escribir unos cuarenta años después de la desaparición de Jesús, parece bastante razonable descartar la hipótesis de la pura invención del personaje, puesto que cuando se recogió la tradición oral sobre él era aún escaso el tiempo transcurrido desde sus días y la memoria colectiva—en especial la de los oponentes— hubiera denunciado públicamente el embuste. Aceptaremos, pues, la historicidad de Jesús, aunque, lógicamente, separando lo posiblemente real de lo evidentemente mítico y, por mera prudencia intelectual, nos limitaremos a tomar como muy probables tan sólo aquellos datos de los Evangelios que casen suficientemente bien con las informaciones históricas comprobadas.
La visión de Jesús podrá resultar así, para algunos, algo limitada, ciertamente, aunque no lo será mucho más que la que aparece en los evangelios canónicos, pero, en contrapartida, nos sugerirá un retrato mucho más aproximado del hombre que pudo ser de verdad y de las circunstancias en que vivió realmente. Leyendo atentamente los Evangelios, sin más, nos sorprenderemos descubriendo un Jesús muy diferente al que nos ha presentado la Iglesia católica y el cristianismo en general. Durante el resto del libro, a medida que abordemos cada tema específico, iremos ampliando la imagen de Jesús que comenzamos a esbozar aquí.                                      
Gestado por virgen o no, daremos por cierto que Jesús nació, pero tampoco este dato resulta coincidente en las dos biografías de Jesús. Siguiendo a Lucas leemos que «aconteció, pues, en los días aquellos que salió un edicto de César Augusto para que se empadronase todo el mundo. Este empadronamiento primero tuvo lugar siendo Cirino gobernador de Siria. (...) José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David que se llama Belén, por ser él de la casa y de la familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Estando allí, se cumplieron los días de su parto, y dio a luz a su hijo primogénito, y le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, por no haber sitio para ellos en el mesón» (Lc 2,1-7).
Sabiendo que el censo fue llevado a cabo por Publio Sulpicio Quirinio en el año 6-7 d.C., según consta en la crónica histórica de Flavio Josefo, está claro que ésa fue la fecha del nacimiento de Jesús. Pero, sin embargo, si recurrimos a Mateo, nos encontramos con que Jesús nació a fines del reinado de Herodes el Grande (Mt 2,1), que murió en el año 4 a.C., y quejóse y María se establecieron en Galilea después del nacimiento de Jesús y no antes. Así que, de entrada, tenemos que situar el natalicio del Mesías dentro de un arco de diez o más años de diferencia, y localizar la residencia de sus padres en dos puntos opuestos de Palestina. ¡Menos mal que sólo fueron dos los biógrafos canónicos de la infancia de Jesús y uno solo el Espíritu que les inspiró!
A juicio de la mayoría de expertos, Jesús nació probablemente entre el año 9 y el 5 a.C. entre los judíos de Palestina y vivió en Nazaret, una modesta ciudad de Galilea, hasta una edad comprendida entre los treinta años y cuarenta, trabajando en el oficio familiar de carpintero-albañil hasta que lo dejó todo para irse al encuentro de Juan el Bautista. Por su oficio se le puede situar entre las clases medias palestinas y ello le puso necesariamente en contacto con los judíos fariseos y su partido, del que debió de estar muy próximo aunque no parece, que llegara a militar en él. También parece evidente que conoció en profundidad la secta de los esenios y sus ideas, ya que algunas de ellas serán troncales en sus discursos posteriores.
Acerca del nacimiento y de la infancia de Jesús no se tienen más datos que los de su biografía mítica, que no pueden ser tenidos en cuenta a efectos de la historicidad del personaje humano real; y tampoco se conoce absolutamente nada acerca de la vida llevada por Jesús con anterioridad a su aparición pública como predicador. Así que las escasas referencias biográficas de Jesús —según los pasajes del Nuevo Testamento que pueden estimarse como presuntamente históricos— comienzan cuando, por motivos desconocidos para los investigadores, éste abandonó Nazaret, su familia y su entorno social para irse hasta la ribera del Jordán a unirse con Juan el Bautista.
Juan el Bautista era un predicador de origen sacerdotal, ligado al esenismo, que pasaba por ser uno de los varios pretendientes a mesías que pululaban en esos agitados días y que alcanzó una popularidad notable, entre los años 30-34 d.C. (o 26-29 d.C., según otras cronologías), proponiendo a todos los judíos que debían arrepentirse y tomar un baño purificador en las aguas del Jordán con el fin de poder asegurarse el perdón divino en el Juicio Final que, para él, como para muchos de la época, era inminente.
Jesús pasó un tiempo junto al Bautista, hasta el extremo de ser tomado como un discípulo suyo, y allí debió de quedar fascinado no sólo por el magnetismo personal de Juan sino por el poder tremendo que intuyó detrás de su mensaje, profundamente revolucionario. Juan el Bautista, al hablar acerca de la proximidad del Juicio Final y de la gracia ofrecida por Dios a todos los arrepentidos, sin excluir a nadie absolutamente ante ese momento último, estaba socavando los cimientos del pesado tabú que había convertido en sospechosas a las masas populares y, en consecuencia, las había excluido de cualquier posibilidad de ser integradas en el «Israel de Dios».
Al ser detenido Juan el Bautista (en algún momento posterior al año 28 d.C. pero anterior al final del año 35 d.C.) y luego ejecutado, Jesús, que ya se había apartado de su círculo, tomó su misión como una continuación y ampliación de la de Juan, dejó de bautizar y comenzó a propagar que el «reino de Dios» no era algo a esperar en el futuro sino que había llegado ya. Jesús dejó el desierto y se fue a llevar a domicilio la oferta de gracia divina lanzada por Juan, orientando su acción hacia las masas palestinas que estaban relacionadas de alguna manera con el judaismo.
Jesús comenzó a predicar a las masas desesperadas, a propiciar curaciones —tal como hacen aún muchos chamanes actuales— y a reducir las exigencias de la Ley, centrándolas en el amor a Dios y al prójimo. En un principio su mesianismo debió ser bastante rudimentario y más iluminista que político, pero, muy pronto, las masas reconfortadas empezaron a creer que el «reino de Dios» había llegado realmente e, incluso, que Jesús era el rey mesiánico que los judíos esperaban. Con su atención a las masas Jesús se separó del modo de actuar de los fariseos, esenios u otros grupos judíos, ganándose al mismo tiempo el aprecio de las primeras y la enemistad creciente de los segundos.                                         
A pesar de los escasos datos históricos de que se dispone, sí puede afirmarse, al menos, que Jesús estuvo realmente convencido de estar representando un papel fundamental en el «reino de Dios» que ya se estaba manifestando y que esa certidumbre personal no parece que se correspondiese exacta-mente con títulos, corrientes en el judaismo de esos días, como los de «Mesías» o «Hijo del hombre», aunque también es verdad que rápidamente aceptó ser designado por ellos sin rechazarlos en ninguna ocasión; quizá porque pensaba que cuantas más personas se identificaran con él y aceptaran su mensaje tanto mejor sería para sus pretensiones salvíficas. Pero el hecho cierto de que intentase cautivar a las masas con su prédica no implicó de forma alguna que Jesús tuviese el objetivo de conformar una nueva secta religiosa diferente de las que ya existían dentro del judaismo.                              
Tal como apunta el profesor Étienne Trocmé con sobrada razón, «la misión de aglutinador de las gentes bajo la gracia de Dios que Jesús colocaba en el centro de su actividad resulta incompatible con la carrera de fundador de una nueva secta que a menudo se le atribuye. Frente a las inevitables de-, formaciones producidas por el desarrollo de los acontecimientos hay, pues, que recordar con toda claridad que Jesús no fundó ninguna Iglesia. Lo que hizo fue agrupar a Israel en un nuevo marco, lo que es algo bien distinto. Sus célebres palabras a Pedro (Mt 16,18) no querían decir en principio otra cosa, y el equivalente semítico de la palabra ekklesía designa en este caso, al igual que en todo el Antiguo Testamento, la asamblea general del pueblo judío ante Dios». En el capítulo 8 trataremos a fondo la importantísima cuestión que se apunta en este párrafo.
Del hecho que Jesús fue un judío celoso cumplidor de los preceptos tradicionales de la religión hebrea habla bien a las claras su declaración de principios recogida en Mt 5,17-18: «No penséis que he venido a abrogar la Ley o los Profetas; no he venido a abrogarla, sino a consumarla. Porque en ver-dad os digo que mientras no pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará (desapercibida) de la Ley hasta que todo se cumpla.» No puede hallarse una mayor profesión de fe judía que ésta.
En el mismo Mateo, en el pasaje en que Jesús envía a sus doce apóstoles a predicar, aparece recomendándoles con claridad: «No vayáis a los gentiles ni penetréis en ciudad de samaritanos; id más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel, y en vuestro camino predicad diciendo: El reino de Dios se acerca» (Mt 10,5-7); y poco más adelante Jesús se justifica —ante una mujer cananea que tiene una hija endemoniada y a la que, en principio, él le niega ayuda— argumentando que «No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. (...) No es bueno tomar el pan de los hijos y arrojarlo a los perrillos» (Mt 15,24-26).
Queda absolutamente claro, por tanto, que Jesús no quiso ocuparse más que de predicar a sus correligionarios judíos, que habían extraviado el auténtico camino de la fe según su modo de ver. Jesús pretendió consumar, eso es cumplir o realizar totalmente, sin olvidar «una tilde», la Ley hebrea escrita en el Antiguo Testamento, y jamás pudo ni imaginar que sus palabras y acciones sirvieran a nada ajeno al judaismo —y menos aún que se fundara sobre ellas una religión nueva y contraria a la del «pueblo de Israel»—, pero la Iglesia, sin pudor alguno —tal como veremos en diferentes capítulos de este libro— y hablando en nombre del nazareno, acabó abrogando, aboliendo, partes fundamentales de la Ley hebrea y consolidando con las hebras de su mensaje un credo no sólo dirigido básicamente a los no judíos sino manifiestamente antijudío.
Apenas habían transcurrido uno o dos años desde que Jesús comenzara a electrizar a las gentes con su buena nueva —que eso significa el término evangelio—, cuando las muchedumbres oprimidas, que habían comenzado a seguirle con entusiasmo desde un principio, sucumbieron a la desilusión al no encontrar en sus propuestas y actividades los cambios sociales y políticos que esperaban lograr de la mano de ese mesías judío prometido y largamente esperado. Esa pérdida del apoyo popular y la relación problemática que se había establecido entre Jesús y las autoridades religiosas judías, especialmente con los saduceos, precipitó los acontecimientos que llevaron hasta la crucifixión.
Volviendo atrás en la vida del Jesús histórico, recalaremos en un ámbito sumamente sensible del que no existe información alguna: ¿permaneció soltero o estuvo casado? La Iglesia sostiene contra viento y marea que Jesús fue célibe y en ello se basa, entre otras cosas, para imponer el celibato obligatorio al clero (que trataremos más adelante). La afirmación de la Iglesia es una especulación carente de todo fundamento ya que en ningún lugar se identifica expresamente a Jesús como soltero, pero, dado que tampoco figura como casado, para intentar defender la tesis contraria también deberemos recurrir a la reflexión sobre algunos de sus actos públicos y características del entorno sociocultural en que vivió.               
Aunque, según los Evangelios, Jesús se rodeó fundamentalmente de hombres para llevar a cabo su misión —cosa inevitable dentro de un contexto judío profundamente patriarcal donde cada varón agradecía diariamente a Dios, mediante una plegaria, el no haber nacido siendo pagano, esclavo o mujer—, no es menos cierto que su trato con las mujeres no fue distante ni machista, sino todo lo contrario. Jesús dejó constancia de la importancia que le concedió a la mujer en ejemplos como el de Mc 7,24-30 (donde una mujer le vence dialécticamente) o el de Jn 4,1-42 (diálogo con la samaritana), admitió mujeres entre su discipulado (Mc 15,40-41), fue a mujeres a quienes se apareció por primera vez después de su resurrección, etc. No fue, por tanto, ningún misógino cosa que no podemos decir de la Iglesia católica institucional.
Sabemos también que tuvo un contexto familiar normal, con hermanos y hermanas, y que al menos sus hermanos varones, según afirma Pablo en I Cor 9,3-5, estaban casados. Conocemos también que Jesús, como judío que fue, estuvo siempre sometido a la ley judaica que instaba a todos los individuos, sin excepción, al matrimonio. La tradición judía despreciaba el celibato y se hace imposible imaginar que, en aquellos días y cultura, un célibe pudiese alcanzar alguna credibilidad o prestigio social. A la edad en que comenzó a predicar — salvo que hubiese padecido alguna terrible deformación física, hipótesis que también le hubiese imposibilitado su ascendencia sobre las masas — Jesús ya debía estar casado y haber tenido descendencia.                                          
Cuando dejó Nazaret para comenzar su carrera mesiánica y abandonó a su familia, pudo haber dejado también a su esposa e hijos, tal como consta que hicieron algunos de sus apóstoles, cosa que no era nada infrecuente ni mal vista en esos días. Si hemos de imaginar a Jesús de alguna forma todo indica que tenemos que hacerlo como a un artesano judío, religioso, casado y con hijos. El que Jesús hubiese sido célibe no sólo es bastante más improbable sino que resultaría milagroso. En cualquier caso, especulaciones al margen, jamás podremos averiguar con certeza cuál fue su estado civil. Así de paupérrima es la información que poseemos acerca del Salvador.
A pesar de que la lectura de ciertos pasajes de los Evangelios puede conducir a pensar que Jesús se comportó como una especie de revolucionario izquierdoso — tipo Ernesto Che Guevara — y de que algunos autores no dudan en hacerle jefe del partido zelota, no debe perderse de vista que, según los relatos neotestamentarios, hasta poco antes de su ejecución conservó la amistad y cultivó las buenas relaciones con muchos dirigentes políticos judíos, con círculos burgueses acomodados y con los fariseos; en este sentido, pasajes como el de Mt 17,25-26 evidencian la habilidad de Jesús, en sus relaciones con los judíos, cuando se le hace protagonista de un perfecto equilibrio entre su opinión de no tener que pagar el tributo del templo y el acto de pagarlo para no «escandalizar». Con respecto al pago de tributos religiosos, la Iglesia seguirá antes la opinión de Pablo que la de Jesús, aunque no lo hará por una cuestión de fe, sino de rentabilidad. Pero, por otra parte, su trato con el poder local tampoco le llevó a ser un hombre sumiso o cómplice de los dirigentes; antes al contrario, si algo parece caracterizar las actuaciones de Jesús eso fue su independencia de criterio ante los poderosos, ya fueren éstos autoridades romanas o judías, civiles o religiosas. Un episodio como el de la expulsión de los mercaderes del templo, realizado al modo zelota, pone en evidencia que Jesús, en su afán reformador del judaismo, no dudó en enfrentarse con la más alta autoridad del pueblo judío; un celo que finalmente, le condujo a la muerte.            
 Después de pasar entre uno y tres años predicando su mensaje, Jesús fue arrestado y ejecutado, en una fecha que los expertos sitúan entre el año 30 d.C. y la primavera del 36 d.C., como convicto de un delito de rebeldía ante la autoridad imperial romana al proclamarse «rey de los judíos»; para acelerar y forzar su detención —aunque no para decidir su condena— pudo pesar bastante la presión ejercida por el Sanedrín judío, escandalizado por la blasfemia de Jesús de reivindicar para sí la dignidad mesiánica y la realeza davídica.
En la manifiesta actitud de resignación e inevitabilidad con la que, aparentemente, Jesús aceptó su ejecución, pudo haber tenido mucho que ver su absoluto convencimiento de que el fin del mundo —y el consecuente advenimiento del «reino de Dios»— era inminente, tal como quedó expuesto con claridad cuando el mesías judío afirmó: «Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces dará a cada uno según sus obras. En verdad os digo que hay algunos entre los presentes que no gustarán la muerte antes de haber visto al Hijo del hombre venir en su reino» (Mt 16,27-28), eso es que el «reino» llegará tan pronto que algunos de los presentes aún estarán vivos para verlo.
En el mismo Evangelio, después de describir con todo lujo de detalles cómo será la venida del «Hijo del hombre» y el juicio final, Jesús afirmó: «En verdad os digo que no pasará esta generación antes de que todo esto suceda» (Mt 24,34).
Su profecía fallida, un error de bulto que compartieron también los inspirados Pablo, Pedro, Santiago y Juan, le llevó a no intentar evitar una muerte de la que hubiese podido escapar sin dificultad, pero también sembró la semilla que germinaría en un cristianismo ajeno a sus intenciones.                
Sobre este hecho fundamental, la única referencia que aporta el Nuevo Testamento es que Jesús fue crucificado después de la ejecución de Juan el Bautista, durante una pascua siendo Poncio Pilato gobernador de Judea y Caifas el sumo sacerdote. La muerte de Juan el Bautista no puede datarse en forma alguna, pero es altamente probable que fuese la consecuencia de sus duras críticas al matrimonio entre el rey Herodes y su cuñada Herodías —relatadas en Mateo y en Marcos— que, según el consenso científico actual, se celebró en el año 35 d.C., una fecha muy plausible, por tanto, para datar la muerte del Bautista. Dado que tanto Pilato como Caifas perdieron sus respectivos cargos en el año 36 d.C., resulta también muy atinada la propuesta del erudito Hugh J. Schonfield cuando sitúa la crucifixión de Jesús durante la pascua del año 36 d.C.
Según esta estimación y la de la fecha de su nacimiento (9-5 a.C.), resulta que Jesús no pudo morir a los 33 años, tal como sostiene la tradición, sino a una edad algo superior que cabe situar entre sus 45 y 41 años.


viernes, 15 de abril de 2011

VIERNES CUCHILLERO: SI TE VAS

SI TE VAS:MäGO DE OZ



Vengo de tanto perder
Que tuve miedo a tener
Algo por lo que abrir
Mi alma y ponerla a tus pies

Siento del viento celos,
Por acariciar tu cara cada mañana
Y quiero pegarme con él

Y a pesar de todo
Que difícil es
Que no me duela estar sin ti
Yo seré tu aire
Tú serás la piel que cubra mi soledad
¡Quiero estar junto a ti!

Quiero dejar de morir en vida,
Tu me haces vivir
Todo con lo que soñé
Y nunca pude tener

Quiero dormir en tus ojos
Y al despertar
Beber de tu boca
Todavía de ti tengo sed

Y a pesar de todo
Que difícil es
Que no me duela estar sin ti
Yo seré tu aire
Tú serás la piel que cubra mi soledad
¡Quiero estar junto a ti!(x2)

Si te vas
Mi amor, si tu te vas
Me volveré a encerrar en vida
Y no saldré

¿Donde estas?
Mi vida ¿dónde estás?
Pues necesito tu amor para vivir

Si te vas(oh si tu te vas)
Mi amor, si tu te vas
Me volveré a encerrar en vida
Y no saldré(no saldré más)

¿Donde estas?
Mi vida ¿dónde estás?
Pues necesito tu amor para vivir(tu amor, tu amor)

domingo, 10 de abril de 2011

LUZ DEL DOMINGO XI

Los otros hijos de María o los hermanos
carnales de Jesús que la Iglesia hizo desaparecer


A pesar de la vehemente defensa que Mateo hace de la virginidad de María, en ese mismo Evangelio encontramos un» par de pasajes sorprendentes. En Mt 12,46-50 leemos la primera referencia a la familia de Jesús: «Mientras Él hablaba a la muchedumbre, su madre y sus hermanos estaban fuera y pretendían hablarle. Alguien le dijo: Tu madre y tus hermanos están fuera y desean hablarte. Él, respondiendo, dijo al que le hablaba: ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano sobre sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque quienquiera que hiciere la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.»          
                            
Y algo más adelante se relata la reacción de los vecinos de Nazaret a la prédica de Jesús de esta forma: «Y viniendo a su patria, les enseñaba en la sinagoga, de manera que, atónitos, se decían: ¿De dónde le vienen a éste tal sabiduría y tales poderes? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿Su madre no se llama María, y sus hermanos Santiago y José, Simón y Judas? Sus hermanas, ¿no están todas entre nosotros? ¿De dónde, pues, le viene todo esto? Y se escandalizaban en Él. Jesús les dijo: Sólo en su patria y en su casa es menospreciado el profeta. Y no hizo allí muchos milagros por su incredulidad» (Mt 13,54-58).

Si los habitantes de Nazaret, que habían convivido unos treinta años con Jesús y su familia, según Lc 3-23, quedaron atónitos al ver el cambio experimentado en su convecino, no es menor el pasmo que experimenta el lector de estos textos evangélicos cuando se pone a reflexionar sobre su alcance. En primer lugar, uno descubre que Jesús tuvo cuatro hermanos varones y un número indeterminado de hermanas, con lo que si ya era difícil imaginar la virginidad de María tras un parto ahora hay que hacer lo propio tras no menos de siete alumbramientos.            
                                                      
Si creemos a Mateo, la familia de Jesús se instaló en Nazaret (Mt 2,23) después de su nacimiento en Belén (Mt 2,1), pero si confiamos en Lucas (Lc 2,4) resulta que José y María ya vivían en Nazaret cuando, estando embarazada María, fueron a empadronarse a Belén. La versión de Lucas obliga a pensar que si María quedó encinta antes de ser recibida maritalmente en la casa de José (Mt 1,18; Lc 1,26-34), su familia y vecinos, según se vivía en la época, se hubiesen enterado de ello y, claro está, también de la visita anunciadora del «ángel del Señor» —un suceso que nadie, absolutamente nadie, de aquellos tiempos hubiese ocultado a sus familiares y vecinos, ni éstos al resto del pueblo—y, aunque las parteras de Nazaret no pudieran intervenir en el nacimiento glorioso de Jesús en Belén, sí debieron asistir al de todos sus hermanos, razón por la cual todo el pueblo debía conocer bien la normalidad fisiológica de María y la humanidad al uso del resto de la familia. Con ello queremos significar que los vecinos de Nazaret son unos testigos de la vida de Jesús tan cualificados, al menos, como Mateo, que le trató sólo durante dos años, o como Lucas o Marcos que ni siquiera le llegaron a conocer directamente.

El trance de ser rechazado por sus convecinos debió ser un hecho notable en la vida de Jesús ya que en Marcos, que no menta palabra sobre la supuesta infancia prodigiosa del nazareno, se reproduce el relato de Mateo casi textualmente (Mc 6,1-6), con expresa mención del nombre de sus familiares: «¿No es acaso el carpintero [oficio que Jesús debió de ejercer junto a su padre durante años], hijo de María, y el hermano de Santiago, de José, y de Judas, y de Simón? ¿Y sus hermanas no viven aquí entre nosotros?»

La familia de Jesús, en genérico, ya había aparecido un poco antes en este Evangelio en un comentario que da cuenta de su reacción alarmada ante el tumulto ocasionado por la prédica del nuevo mesías —«Oyendo esto sus deudos, salieron para apoderarse de él, pues decíanse: Está fuera de sí» (Mc 3,21)— y, casi a renglón seguido, reforzando la tesis de que sus familiares directos creían que se había trastornado, se añade en Mc 3,31-35: «Vinieron su madre y sus hermanos, y desde fuera le mandaron a llamar. Estaba la muchedumbre sentada en torno de Él y le dijeron: Ahí fuera están tu madre y tus hermanos, que te buscan...», que reproduce también casi textualmente el pasaje de Mt 12,46-50 ya citado.  
     
Lucas, por su parte, también recogió del mismo modo que Mateo y Marcos esta escena de tensión familiar, que aparece en Lc 8,19-21. Además, en los Hechos de los Apóstoles, en el contexto de un comentario a propósito de la ascensión de Jesús, Lucas evidencia de nuevo los vínculos carnales del nazareno cuando señala que «Todos éstos [los apóstoles] perseveraban unánimes en la oración con algunas mujeres, con María, la madre de Jesús, y con los hermanos de éste» (Act 1,14).

El médico Lucas tenía tan clara la existencia de los herma-nos de Jesús que ya en el momento de redactar su texto sobre el nacimiento de Jesús (a fines del siglo I d.C.) escribió: «Estando allí, se cumplieron los días de su parto, y dio a luz a su hijo primogénito...» (Lc 2,6-7); de haber sido Jesús el único hijo de María lo hubiese dicho con claridad —en lugar de usar la palabra «primogénito», el mayor de los hermanos— para destacar debidamente ya fuera la presunta unicidad divina de la criatura, o la no menos extraña peculiaridad de una familia judía que en toda su vida no tuvo más que un solo hijo, algo inaudito en esos tiempos.

Teniendo en cuenta que Mateo había sido apóstol de Jesús y Marcos el redactor que recogió las memorias del apóstol Pedro, uno de los tres íntimos del Maestro, ¿cabe pensar que éstos hubiesen podido reproducir sin más el dato de la familia de Jesús si éste no fuese real? Dado que ésta es una información neutra, sobre la que los evangelistas no construyen posteriormente nada doctrinal, ya sea de corte mítico, religioso, social o personal, y que aparece tanto en los textos canónicos de quienes sostienen la virginidad de María como en los de quienes la ignoran absolutamente, resulta muy claro que ésa fue la familia real de Jesús; una certeza que mantienen todos los eruditos independientes y todas las religiones cristianas a excepción de la católica.                    
                  
En Juan, el Evangelio redactado tardíamente por el griego Juan el Anciano a partir de las memorias de Juan el Sacerdote —«el discípulo amado» que, como ya dijimos, no se corresponde con Juan el apóstol sino con un sacerdote judío que gozó de la confianza y amistad más estrecha con Jesús—, se mencionan los hermanos de Jesús en diversas ocasiones. Así, tras el primer milagro de Jesús en la boda de Caná, se dice que «Después de esto bajó a Cafarnaún Él [Jesús] con su madre, sus hermanos y sus discípulos, y permanecieron allí algunos días» (Jn 2,12). Y, en un pasaje posterior, la existencia de los hermanos de Jesús queda también patente de nuevo al relatar que «Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los Tabernáculos. Dijéronle sus hermanos: Sal de aquí y vete a Judea para que tus discípulos vean las obras que haces; nadie hace esas cosas en secreto si pretende manifestarse. Puesto que eso haces, muéstrate al mundo. Pues ni sus hermanos creían en Él. (...) Una vez que sus hermanos subieron a la fiesta, entonces subió Él también...» (Jn 7,2-10).

Pablo, el apóstol que se nombró a sí mismo, dio testimonio, al menos, de la existencia de uno de los hermanos de Jesús cuando en su Epístola a los Gálatas (53 d.C.) afirmó que «Luego, pasados tres años, subí a Jerusalén para conocer a Cefas [Pedro], a cuyo lado permanecí quince días. A ningún otro de los apóstoles vi, si no fue a Santiago, el hermano del Señor. En esto que os escribo, os (declaro) ante Dios que no miento» (Gál 1,18-20). Un par de años después, en su primera Epístola a los Corintios, el apóstol de los gentiles evidenció conocer la existencia de otros hermanos —en plural— de Jesús cuando escribió: «Y he aquí mi defensa contra todos cuando me discuten: ¿Acaso no tenemos derecho a comer y beber? ¿No tenemos derecho a llevar en nuestras peregrinaciones una hermana, igual que los demás apóstoles y los hermanos del Señor y Cefas?» (I Cor 9,3-5).

Los datos históricos muestran cómo la primitiva Iglesia cristiana, después de la crucifixión de Jesús, situó su cabeza en Jerusalén y fue gobernada por una especie de Sanedrín presidido por Santiago el Justo, el hermano de Jesús que le seguía en edad, siendo el apóstol Pedro la segunda autoridad. Cuando, a consecuencia del martirio de Santiago —hecho ejecutar por el sumo sacerdote Ananías hacia el año 62 d.C.— y del inicio de la guerra judía contra los romanos, tuvieron que abandonar Jerusalén, fueron a instalarse a Pella y allí fue elegido presidente Simón, hijo de Cleofás y primo hermano de Jesús.

En ese Sanedrín figuraban también otros parientes de Jesús, conocidos como los Herederos, de los que se conoce tan  sólo el nombre de los hermanos Santiago y Sokker —quizá Judas Sokker—, nietos de Judas, el hermano menor de Jesús. Los Herederos gobernaron la comunidad cristiana hasta principios del siglo II d.C.
En resumen, resulta indiscutible que el Jesús de Mt 12,46-50 o de Mc 3,31-35 no desmintió públicamente que quienes querían hablarle fuesen su propia madre y hermanos carnales sino que, por el contrario, construyó una metáfora que sólo tenía sentido si todos los presentes conocían su realidad familiar, puesto que, estando ya totalmente absorbido por su papel mesiánico, quiso afirmar con rotundidad que el seguimiento de la voluntad de Dios —máxime cuando él y muchos judíos creían que el fin de los tiempos sería inminente— era más importante y acogedor que la propia familia. Y es obvio también que los cuatro evangelistas testificaron en sus escritos la existencia real de no menos de seis hermanos y hermanas de Jesús, así como que Pedro y Pablo se relacionaron directamente con Santiago, el segundo hijo de María y presidente de la Iglesia cristiana de Jerusalén.      
     
Nada menos que en once pasajes inspirados por el Espíritu Santo se muestra la presencia física de esos hermanos carnales de Jesús, mientras que la presunta virginidad de María sólo aparece en dos pasajes que, como ya demostramos, carecen de soporte profético, son de una clara inspiración pagana y obedecen a necesidades míticas.             
                     
Dado que en las Sagradas Escrituras, como palabra de Dios que aparentan ser, no puede haber errores ni mentiras, los creyentes han tenido que buscar alguna solución razonable a la contradicción que estalla con virulencia entre las afirmaciones veraces de virginidad de la madre y los no menos veraces testimonios de sus, al menos, siete partos. Todas las iglesias cristianas actuales optaron en su día por creer que María fue virgen cuando concibió a Jesús por la gracia divina, pero que luego parió al resto de sus hijos como resultado de hacer una vida marital normal con José; éste fue un buen equilibrio para evitar el absurdo y, además, es lo que se dice textualmente en el Nuevo Testamento que, por tanto, rechaza la virginidad perpetua de María.
Pero la Iglesia católica optó por otra solución más radical y acorde con su estilo dogmático y totalitario: negó la premisa mayor aduciendo que María no concibió sino a Jesús ya que los hermanos que se citan en los escritos neotestamentarios no deben ser tomados por tales sino por sus «primos», y, en defensa de su tesis organizó un complicado sarao en el qué dio entidad a otra María, cuñada de la Virgen, que, ésa sí, fue? madre de cuantos «primos» conviniese adjudicarle.    
   
El argumento católico parte de una base cierta, cual es qué en la versión griega de los Setenta se empleó el mismo termino (adelfós, hermanos) para describir a hermanos, hermanas, parientes o convecinos, pero los exégetas católicos rehúsan emplear el análisis de contexto —al que sólo recurren cuando les conviene— ya que mediante el mismo cualquiera puede darse perfecta cuenta de cuándo unos versículos determinados se están refiriendo a familiares próximos, vecinos, correligionarios o hermanos carnales hijos de la virgen María.
En la Biblia católica de Nácar-Colunga se anota el versículo de Mt 12,46 diciendo que «no han faltado herejes que, basándose en esta denominación [hermanos; citada en Mateo], hayan querido atacar la virginidad de María, suponiendo que ésta tuvo otros hijos además de Jesús»; no aclara esta anotación si tan inspirados propagadores de la ortodoxia católica incluyen entre los herejes a los cuatro evangelistas, ya que éstos, de modo claro e inconfundible, tal como puede apreciar cualquiera que lea sus textos directamente, proclaman la imposibilidad absoluta de la virginidad perpetua de María al presentar a sus otros hijos de la forma como lo hacen.

La Iglesia católica se ha escudado durante siglos en su tremendo poder sociopolítico para tergiversar las Escrituras a su gusto y, al mismo tiempo, mantener a su grey alejada de las evidencias de sus carnicerías doctrinales pero, tal como exclamó Galileo Galilei cuando, en 1613, fue condenado por la Santa Inquisición y obligado a abjurar de su evidencia científica acerca de que era la tierra la que se movía alrededor del Sol y no al revés: «¡Y, sin embargo, se mueve!» Por mucho que la Iglesia se empeñe en que la Tierra no gira o que los hermanos de Jesús son sus primos... ¡los textos originales no se mueven!                                                                     

viernes, 8 de abril de 2011

VIERNES CUCHILLERO: LUCERO

LUCERO: AVALANCH




Brisa ante mí
Jugara con su pelo.
Huele a jazmín
Me dibuja su cuerpo.
Pasara ante mí
Como un sueño.

La oigo caminar
Y mi alma se asoma
Quisiera gritar
Pero un nudo me ahoga
No sabría que decir
A mi diosa.

Entre niebla surgió
Una luz que me habla
Me describe a mi amor
Y se va con el alba.
Jamás se fijara en mi
Jamás sabrá que existí
Jamás oirá este lamento
Que llevo tan dentro de mí

No sé como es
Aunque sueño su cara
Me muero por ver
Si con suerte hoy habla
Oír su tierna voz
Eso me basta.

jueves, 7 de abril de 2011

EL SINDROME DEL MEJOR AMIGO

Básicamente todo hombre sabe y sino ahora vas a saber sobre este síndrome, resulta que el síndrome del mejor amigo es aquel que un hombre experimenta cuando para una mujer resulta ser “lindo”, lo que significa que le agradas pero que nunca te verá como macho viril que pueda satisfacer sus necesidades fisiológicas carnales (tirar!!!) y que le sirve para llorar cuando su macho les trata mal, si una mujer te considera su mejor amigo, baboso reacciona, no pierdas el tiempo, esa platita ya se perdió, sal y busca otra porque más fácil será que salga es sol de noche a que la man te considere para una relación, el error que uno comete se debe a alargar la relación al “conocerse”, si bien a veces ser muy avión no es muy aconsejable tampoco hay que ser tan lento como para que llegues a tener una amistad con ella, porque es ahí cuando ya se pierde tu oportunidad, hombres: no nos engañemos, la amistad entre hombre y mujer no existe, mujeres: un hombre no puede ser tu mejor amigo, y si lo es, o dice serlo, ten por seguro que te tiene unas ganas enormes pero es un webon que no puede decir lo que siente.
Para ahondar un poco en el asunto, vean este video:



Por eso yo no tengo una mejor amiga!!!

miércoles, 6 de abril de 2011

Web-eando: Babosos e Yahoo Answers parte II

En otra ronda de navegación una tarde de mucho tedio me encontré con esto:
El qué seguro pensaba que su pregunta era erótica:

¿Que cosas te calientan?
R:
•    COCODRILO ACUATICO
VAS A MORIR!!!
EL MENSAJE EN CADENA ESE TE VA A PASAR A TI
TE VAS A MORIR COCODRILO ACUATICO
PULGARES ARRIBA PARA Q ESTO SE CUMPLA!!
•    unas enormes tetas naturales
•    El cafe y el banano
¿¿?¿?¿?
http://es.answers.yahoo.com/question/index;_ylt=An1Fca9Fs6EXEdO0xH.Z_RmUHXRG;_ylv=3?qid=20110327095651AA7B6pd


Otra pregunta erótica:
¿porque el hombre acepta ...?
que se masturba mientras la mujer no ?

R:
•    POR QUE SOMOS MEJORES
•    Si yo lo hiciera lo aceptaria, pero como no lo hago no quiero mentir
•    jajajaja interesaaaantee preguntaaa!!
estooe en desacuerdo con el de la 1º respuesta
mmmm las mujeres somos mas sinceraas!
(esto no ayuda!!)
http://es.answers.yahoo.com/question/index;_ylt=AkdiEJ80n5v14SO3EQfOc6yUHXRG;_ylv=3?qid=20110327094956AA8LRjk


He aquí un filósofo:

¿El mundo es redondo y lo llamamos Planeta… Si fuera plano, ¿lo llamaríamos Redondeta?
Es una duda que me atormenta dia y noche u_U

R:
•    no se, solo el futuro lo sabra
•    por q si es mas aqua le decimos planeta tierra ?
•    es por que antes creían que la tierra era plana eso por ahí en el 1400 luego Cristobal Colón se puso a observar que los barcos que llegaban no se veían todos completo de uno si no, que primero se veían la vela, después la popa etc...y entonces llego a la conclusión de que la tierra era redonda, y entonces la gente después de tantos años disiendo planeta no lo hiba a cambiar a redondeta Suerte ;)
•    Es bastante desesperante la duda!
Voy a preguntar a la gente qe vea x la calle...
Hasta que no la resuelva NO DUERMO!!
http://es.answers.yahoo.com/question/index;_ylt=Am4JUzYMzyOWYEMEn7d9dl2UHXRG;_ylv=3?qid=20110327095514AAPA8ys


¿confucio invento la confusión?
R:
•    CLARO! kien mas si no el? Es un genio =D
•    JAJAJAJAJAJAJAJAAJAJA no me hagas reír me recuerdas a esa modelo que dijo eso jajajajajajaj

Claro que no para empezar la confusión ya existía eso no es un invento, y además confucio fue un filosofo chino muy importante en su epoca...

jajajajjajajaja que risa xD
•    Según miss Panamá, sí.
•    Muy buenas noches Panamá, Confucio, fue uno de los que inventó la confusión, y por eso se le ha, de lo más antiguo, fue uno de los chinos japoneses que fue de los más antiguos.
http://es.answers.yahoo.com/question/index;_ylt=AhEfw3S8vB5kxRVfcdnSBCOUHXRG;_ylv=3?qid=20110327100917AAR5hmu


Y aquí algunos que huevean mexicanos:

¿es verdad que por cada CLICK que se hace en el mundo un mejicano se come 10 TAMALES?
R:
•    con razon estan todos inflados
•    TE CREES GRACIOSO?????
•    Burlate de los Mexicanos y te caera la maldicion Gitana...
•    que pen.dejo eres... ponte a estudiar wey...
http://es.answers.yahoo.com/question/index;_ylt=AstGZlw5Fx0q97UJsv0X.ZmUHXRG;_ylv=3?qid=20110327091119AAr4EmR


¿es verdad que ya_hoo manipula las mentes de los mejicanos?
R:
•    cuando entenderan ...

mejicano, -na [también mexicano, -na] adj.
1 De México (país de América del Norte): Acapulco es una ciudad mejicana; comimos en un restaurante mejicano.
— s. m. y f./adj.
2 Persona que es de México
•    se escribe MEXICANOS ........ANIMAL
•    Claro que no. .
Además se escribe
Mexicano
•    el regayton te atrofio el cerebro o lo que quedaba de el pajero
http://es.answers.yahoo.com/question

/index;_ylt=AstGZlw5Fx0q97UJsv0X.ZmUHXRG;_ylv=3?qid=20110327091119AAr4EmR

Y a este le dedico el espacio por el tamaño de la pregunta y la tamaña respuesta:
¿No puedo dejar a ninguna de las dos. Que hago?
Llevo casi un año y medio con mi novia. Pero desde que empecé con ella alrededor sobre los 4 meses volví a tener contacto con mi ex novia que me dejó un día antes de yo empezar con mi novia actual. Al principio quedabamos en plan amigos, para contarnos nuestra vida como nos iba bla bla bla, y noté que ella seguía queriendome, cada vez que nos despediamos a ella se le escapaba alguna lagrimilla y se le entrecortaba la voz, yo seguí tan normal con mi actual novia, le hablé de mi ex que habiamos quedado, que me seguía acordando de ella y que ella es muy importante para mi y que no se enfadase si quedo con ella, ella lo aceptó y me dijo que tuviese cuidado, no fuera a ser que ella siguiese enamorada de mi, yo le dije que tenía los sentimientos muy claros y que solo la quería ella (a mi novia). Pero en realidad desde que vi que ella seguía sintiendo algo por mi, no me la pude quitar de la cabeza y necesita estar más tiempo con ella y llamarla casi todos los días. Hasta que empezó el verano que empezamos a vernos todos los días a todas horas, necesitaba verla, intenté seducirla me acercaba a ella, intentaba besarla pero ella no se dejaba, había sufrido mucho cuando lo dejamos y al poco tiempo empezé con la otra. Bueno el caso es que al final nos acabamos liando vaaaarias veces, a ella se le notaba un monton que me seguía queriendo y por eso lo hacía, yo la verdad creo que no sentía nada, no se porque tenía la necesidad de seducirla, ella me bronqueaba mucho porque decía que yo la utilizaba porque si no, no se explicaba como le hacía eso a su novia y jugaba con sus sentimientos a la vez, que era un mounstro que no merecía que nadie me quisiese. Yo dejé pasar un tiempo y ya no quedabamos tanto y me volqué en mi relación con mi novia y pensé que era tonto que no lo volvería hacer, que con mi ex solo sería su amigo y nos veríamos de vez en cuando solo para tomar un café y para casa, Pero al pasar un mes o así volví a sentir la necesidad de estar con mi ex y volvimos a los tonteos incluso nos llegamos a acostar, yo se que mi ex lo hace porque me quiere, pero es que yo no sé que me pasa. Yo quiero estar con mi novia, pero también la necesito a ella.
Luego ella volvió a su ciudad a continuar sus estudios y perdimos un poco el contacto, hasta que la llame y otra vez empezó el tonteo (ella siempre al principio me rehuye pero después se deja llevar, ella sabe que lo que hace no está bien). Mi novia y yo en ese momento estabamos pasando por problemas, e incluso nos dimos un tiempo yo me sentía muy mal poruqe yo queria estar con mi novia, asi es que en esos momentos me volqué con mi ex, le hice visitas pasamos fin de semanas juntos nos liamos, volvimos a tener sexo, pero gracias a Dios volví con mi novia y todo eso se acabó. Mi ex volvio a ponerme por los suelos a decirme que la utilizaba que yo le hacia pensar cosas que luego no son, que solo me aprovecho de ella cuando me va mal con mi novia, que no quiero a nadie bla bla bla. Asi es que acepté y dejamos de vernos, yo me empecé a sentir fatal por todo lo que le hice a mi novia, Pero daba igual al cabo de un par de meses volví a llamar a mi ex y nos volvimos a enrollar. Desde la ultima vez ha pasado un mes y yo sigo con mi novia y pienso seguir con ella. Pero estoy preocupado, porque llamo a mi ex y no me coje el telefono viene a la ciudad y ni me llama, pasa de mi, le mando sms y si me contesta alguno es una bordería. No se que hacer. Se que no está bien lo que hago con ninguna de las dos. Pero no puedo estar sin ninguna. Si tengo que elegir prefiero a mi novia, porque se lleva bien con mis amigos y estudiamos juntos y tal, pero mi ex es más como yo y me comprende y tenemos más cosas en común, pero existe la distancia entre nosotros y tengo miedo a volver a hacerle daño, nunca me lo perdonaría.

Respuesta:
•    Has lo que te diga el corazón
http://es.answers.yahoo.com/question/index;_ylt=AhEfw3S8vB5kxRVfcdnSBCOUHXRG;_ylv=3?qid=20110327095807AArrlYR

Bueno yo perdí mi tiempo leyendo huevadas y ahora tú también..Ahí nos vemos!!
NOTA: los errores de ortografía eran propios de cada pregunta y respuesta…

martes, 5 de abril de 2011

COMO EMPUTAR A UN METALERO

 Dile que los Jonas Brothers es un grupo de rock moderno.
 Dile que Hannah Montana es mas jebi que el.
 Dile que el heavy se va a extinguir como la musica disco.
 Dile que todas las bandas de Metal adoran al demonio.
 Pregúntale si Steve Harris toca mejor la batería que Zakk Wylde.
 Hazles escoger entre un buen peta y una birra.
 Pregúntale que si las bandas Black Metal intentan copiar a Kiss.
 en el momento que esta escuchado alguna cancio de metal preguntale si en realidad esta torturando a algun animal.
 Pregúntale porqué viste de negro, ¿es que se ha muerto su abuelita?
 Pregúntale que si conoce alguna buena banda de Metal como Evanescense.
 Si está escuchando Metal, dile que suena como Green Day.
 Dile que todo el metal es un plagio descarado de Iron Butterfly.
 Cámbiale un disco de Cannibal Corpse por otro de Cannibal Corpse y mira si nota la diferencia.
 Dile cuanto te encanta "la musica metalica"
 Dile que adoras el Metal mexicano y a sus ídolos Moderatto.
 Usa la frase cookie monster vocals sin parar y haz como que si fuese lo más gracioso y original que hayas escuchado nunca.
 Regálale flores y exprésale tu profundo afecto hacia él.
 Si está escuchando Metal, dile: Estos tipos no tienen talento, pero Babasónicos, ¡ésos sí que hacen buena música!.
 Hazle elegir entre Mägo de Oz o Tokio Hotel.
 Intenta que se dé cuenta de lo homosexual que es Manowar, y si está de acuerdo, di que lo único más homosexual que Manowar es Black Sabbath o Judas Priest.
 Di que todos los géneros del Metal suena igual.
 Dile que Dimebag nunca supo hacer música, y por eso le mataron.
 Pregunta ¿Qué es vinil?.
 Di que Cliff Burton era un hippie sucio que había alcanzado su máximo pico musical.
 Si te dice que le encanta el metal de los 80's, pregúntale qué le pasó a Poison y a Bon Jovi.
 Di que también te gusta la música Underground, como Stratovarius.
 Di que Tarja Turunen canta tan bien como Juan Gabriel.
 Insiste en que los vídeos de Emperor se verían mejor si ellos usaran un grupo coreográfico.
 Pregúntale que si Mayhem es la banda de Marylin Manson.
 Escribe Dios te ama con líquido corrector blanco en su parche de Hermética.
 Dile que cada género musical tiene un espacio underground con bandas íntegras, así que el metal no es único en su especie.
 Ingresa a un foro de Power Metal con su nick y postea que Ray Alder (Fates Warning) enloqueció a John Arch (Fates Warning).
 Saca de sus cajas los discos de Iron Maiden y pon en su lugar uno de Prince.
 Hazle un corte de pelo pop-punk mientras duerme.
 Pronuncia Celtic Frost correctamente.
 Dile que Metallica es una copia barata de patito.
 Recuérdale la homosexualidad de Rob Halford (Judas Priest) una y otra vez.
 Dile que Ripper Owens cantaba mejor las canciones clásicas de Judas Priest que Rob Halford.
 Pronuncia mal Judas Priest diciendo "Judas Pies", "Judas Fest", "Judasas Esepríest", "Judas Peste" o " Judas Praist" para fingir que sabes algo de inglis.
 Dile que en la canción Painkiller parece que al cantante le estén apretando los cojones con unas tenazas.
 Dile que Judas Priest no hizo absolutamente nada por el Heavy Metal y que son unos vendidos al sistema.
 Siéntate y aplaude educadamente en un concierto de Metal.
 Mantenlo sobrio al menos 5 minutos.
 Pregúntale si Randy Rhoads iba en el mismo vuelo de John Denver.
 Dile que Korn y Limp Bizkit trajeron de vuelta el Metal en los 90's.
 Aumenta los bajos en su equipo de sonido.
 Búrlate de Slayer por robarle el nombre a Buffy Cazavampiros.
 Dile que Timo Tolkki/Yngwie Malmsteen es un gordo sin talento.
 Recuérdale que el Metal es parcialmente derivado del Blues.
 Dile que los vocalistas de Power Metal cantan como homosexuales.
 Si lleva el pelo largo, dirígete a él como si fuera una mujer y no te retractes.
 Dile que te encanta Metallica por su album debut,: El Black Album
 Aclara que Lemmy de Motörhead no ha movido la mano izquierda en los 30 años que ha tocado el bajo.
 Pregúntale como es que su banda favorita, siendo tan buena, no es conocida por nadie.
 Recuérdale los buenos tiempos en que Billy Jean fue un gran hit.
 Dile que tú también eras metalero pero que maduraste en el momento que empezaste a escuchar música más intelectual como Soda Stereo.
 Dile que nunca has escuchado una banda de Black Metal mejor que System of a Down.
 Pregúntale si es católico, apostólico y romano.
 Dile que Mike Terrana es casi tan bueno como Alex Fernández de Maná.
 Pregúntale si King Diamond se escapó de un circo.
 Comenta que Hammerfall suena como música para ancianos.
 Dile que te encanta su pelo limpio y perfumado.
 Dile que eres emo (te matará sin pensarlo 2 veces).
 Dile que el Punk es mas pesado que el Heavy.
 Pregúntale si los de Cannibal Corpse son canibales de verdad.
 Pregúntale que si los integrantes de Blind Guardian son hobbits de la Tierra Media.
 Dile que Jason Becker no tenía talento, que al Metal lo dejó como estaba y que él terminará igual.
 Quítale todas sus pulseras negras, se sentirá desnudo sin ellas.
 Pregúntale porqué mueve la cabeza al escuchar Metal.
 Píntale las uñas de rosa mientras duerme.
 Admira los aportes de Cradle of Filth al escenario del Black Metal mundial.
 Insiste que Venom es Black Metal.
 Dile que la cerveza es orín de asno, y que cualquiera que la beba una nenaza.
 Pregunta cuanto le pagaron a Dio por hacer de Stuart Little.
 Dile: "tienes razón, Korn o System of a down no pueden ser Death Metal, porque Korn y SOAD sí que hacen música".
 Graba tu voz sobre una cancion de Black Metal cualquiera intentando cantar un villancico.
 Dile que el pop-punk es el mejor género musical del mundo.
 Preguntale que es Iron Maiden, durante varios dias, con algunas horas de diferencia por pregunta.
 Si viene Iron Maiden al D.F., pregúntale por que tan emocionado, si ya tenemos a Moderatto.
 Mientras revisas su iPod plagado de Metal, pregúntale si le gusta Pxndx
 Mientras escucha "Master of Puppets", pregúntale si es Pxndx (siempre funciona, creanme)
 Dile que te encantan los últimos álbumes de Metallica, sobretodo "aquél en el que sale una canción que se llama Until it Sleeps pero no me acuerdo como se llama..."
 Recuérdale que Metallica nunca más volverá a ser el grupo que era antes del Black Album.
 Dile que Iron Maiden no piensa volver a sacar un nuevo trabajo porque están tan viejos que ya piensan en retirarse.
 Pregunta por qué los nuevos grupos de auténtico metal se las ven y se las desean para abrirse paso en el mundo de la música mientras que [escriba aquí el nombre de una pésima cantante que esté buena] lo tiene tan fácil para sacar un disco. ¿Acaso el metal no es un género de mejor calidad?
 Dile (cuanto más despectivo lo hagas sonar, más suicida quedarás) que no entiendes por qué se va a Alemania para ver festivales plagados de grupos extranjeros si en España tenemos la mejor música y los mejores cantantes del mundo.
 Dile lo mucho que te gusta Tokio Hotel (substituible por cualquier otro grupo del estilo). Aquí se corre el riesgo de que te arranquen la cabeza de un mordisco heavy. Solo para los más suicidas.
 dile que (OJO SOLO PARA LOS QUE QUIEREN MORIR) dile que daddy yanke tambien hace buen metal.
 Dile que el heavy tiene un buen futuro por delante, con grupos como Mastodon, Lamb of God o Tokio Hotel.
 Preguntale quien es el monstruo horrible y asqueroso que sale en todos sus discos de Iron Maiden.
 Dile que el guitarrista con mas talento es el guitarrista de los Jonas Brothers
 Dile que Black Sabbath será todo un clásico, pero que prefieres algo que suene mejor, como Pxndx.
 Decir que Children Of Bodom hizo el Cover de Oops! i Did it Again porque es su canción favorita
 Dile que apague esa mierda que solo es ruido. Esta frase provocara que el jebi se transforme en un monstruo rojo con cuernos y te devorara sin piedad cachito a cachito.
 Preguntale quienes son esos viejales del poster de su habitacion, ¿acaso son sus abuelos?
 Dile que Korn si que es thrash metal y no Slayer.
 Dile que la fender es igual a la gibson.
 Preguntale porque lleva el pelo largo, ¿que no le gusta verse tan metalero como los de mtv ?
 Preguntale que si Helloween es una fiesta yanqui.
 dile que Limp Bizkit es mas heavy que Judas Priest.
 Dile que el cantante de Tokio Hotel posee mejor voz que Bruce dickinson.
 Dile que el cantante de Tokio Hotel es metalero porque tiene el cabello largo.
 Quítale su ropa favorita y cambiársela por una tipo fresita.
 Dile que Paramore es mejor que Metallica.
 Decirles que es mejor la versión Oops I Did It Again de Britney que de Children Of Bodom.
 Decir que emo es lo mismo que heavy.
 Di que Rammstein rifa mas que Bethlehem.
 Dile que los mejores álbumes de Iron Maiden son The X Factor y Virtual XI.
 Dile que el mejor álbum de Megadeth es Risk
 Dile que el mejor álbum de Metallica es St. Anger.
 Dile que el mejor álbum de Judas Priest es Demolition.
 Dile que el mejor álbum de Helloween es Chameleon.
 Dile que no entiendes porqué Pantera no vuelve a los escenarios si Dimebag es perfectamente reemplazable por Justin Timberlago.
 Dile que lo mejor que pudo haber hecho Alice Cooper fue salir cantando Welcome To My Nightmare con los Muppets.
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domingo, 3 de abril de 2011

LUZ DEL DOMINGO X

Si María fue virgen aún después de parir a Jesús,
¿cómo es que los apóstoles no se enteraron jamás de tamaño milagro?


Siguiendo la inveterada costumbre —cultivada por los escritores neotestamentarios y por los padres de la Iglesia con un radical y persistente desprecio por la verdad histórica— de dar por cierta toda noticia que pudiese relacionarse con algún versículo profético, Mateo, en Mt 1,22-23, tal como ya mencionamos, se armó con un texto de Isaías para demostrar más allá de cualquier duda que Jesús había nacido de una virgen; aunque, dado que este pasaje está escrito en forma de aclaración demostrativa de la veracidad de la afirmación de Mateo, es también posible que sea un añadido posterior.
El texto de Isaías en que se apoya Mateo es el siguiente: «El Señor mismo os dará por eso la señal: He aquí que la virgen grávida da a luz, y le llama Emmanuel. Y se alimentará de leche y miel, hasta que sepa desechar lo malo y elegir lo bueno. Pues antes que el niño sepa desechar lo malo y elegir lo bueno, la tierra por la cual temes de esos dos reyes, será devastada. Y hará venir Yavé sobre ti, sobre tu pueblo y sobre la casa de tu padre días cuales nunca vinieron, desde que Efraím se separó de Judá» (Is 7,14-17); aunque, obviamente, Mateo solamente escogió la primera frase —reproduciéndola como: «He aquí que una virgen concebirá y parirá un hijo, y se le pondrá por nombre "Emmanuel"»— añadiéndole seguidamente «que quiere decir [Emmanuel] "Dios con nosotros".»
En primer lugar, si recordamos el contexto histórico en que se movió Isaías, salta a la vista el trasfondo del pasaje aludido que, a más abundamiento, Isaías resalta al comenzar el capítulo 7 diciendo: «Y sucedió en tiempo de Acaz, hijo de Joram, hijo de Ozías, rey de Judá, que Rasín, rey de Siria, y Pecaj, hijo de Romelía, rey de Israel, subieron contra Jerusalén para combatirla, pero no pudieron tomarla...»; es evidente, por tanto, que Isaías está aludiendo a la crisis política que atravesaba Judá desde el inicio del reinado de Acaz (735-715 a.C.), presionado por la coalición entre los israelitas del norte y los arameos de Damasco, y que le formula a Acaz un oráculo que es al tiempo consolador y veladamente amenazador para el futuro de Judá, merecedor de un castigo divina por haberle sido infiel a Yahveh.
El plazo para el cumplimiento del oráculo es «antes que el niño [el hijo de la virgen, que más abajo veremos a quién se refería] sepa desechar lo malo y elegir lo bueno», eso es antes de que tenga uso de razón o, lo que es equivalente según la tradición, antes de los siete años. Puntual como un reloj, el anuncio de Isaías tuvo lugar a los siete años de reinado de Acaz, en el año 732, cuando Judá, aliada con los asirios, venció a Israel y Damasco —«la tierra por la cual temes de esos dos reyes, será devastada»—. Quedaba aún por cumplir la parte amenazadora del oráculo, que llegaría en el año 587 a.C., de la mano de Nabucodonosor, con el fin del reino de Judá y el inicio del exilio babilónico. Para el lector sorprendido por la capacidad profética de Isaías cabe recordar que buena parte de sus oráculos fueron redactados por otras personas y una vez acontecidos ya los hechos anunciados.
Veamos ahora que sabemos del Emmanuel, el hijo de la virgen. En la muy deficiente versión griega de la Biblia de los Setenta se tradujo la palabra hebrea almah, que significa muchacha, por virgen, y sobre este grave error Mateo construyó su enésima patraña profética en apoyo de la supuesta veracidad de su narración mítica acerca del nacimiento de Jesús,
Sostener, como hace la Iglesia católica, que la almah de Isaías fue una virgen implica mantener a sabiendas un claro engaño con fines doctrinales interesados, máxime cuando todas las otras almah bíblicas sí las ha traducido por su correcto significado de doncella, tal como puede apreciarse en el caso de la almah de Proverbios  y las alamoth del Cantar de los Cantares que, obviamente, según se deduce del contexto narrativo, perdieron su virginidad, respectivamente, a consecuencia del «rastro del hombre» y de su función en un harén real.
Todas las versiones independientes —o, simplemente, no católicas— de la Biblia han traducido la almah de Isaías por doncella, y ello no sólo es lógico por lo ya mencionado sino por todo lo que sigue diciendo Isaías en su propio texto. De entrada, el profeta se concentró únicamente en el nombre que tendría el hijo, ignorando absolutamente a la madre, cosa absurda si se tratase de una auténtica virgen a punto de parir. Y, como colofón, Isaías identificó perfectamente a la doncella como a una contemporánea suya cuando, tras hacer una relación pormenorizada de cuanto le acontecería al reino de Judá «antes que el niño sepa desechar lo malo y elegir lo bueno», añadió: «Acerquéme a la profetisa que concibió y parió un hijo, y Yavé me dijo: Llámale Maher-salal-jas-baz, porque antes que el niño sepa decir "padre mío, madre mía", las riquezas de Damasco y el botín de Samaría serán llevados ante el rey de Asiría» (Is 8,3-4).
Resulta palmario, pues, que la almah es la joven profetisa que ya ha parido un hijo, nacido necesariamente durante el período que va entre los años 735 a.C. (fecha más probable) y 721 a.C. (fecha de la conquista asiría de Samaría), y al que Isaías designa con dos nombres sucesivos: Emmanuel (Dios o la Alegría está con nosotros), que resultaba tranquilizador para Judá y acorde con la primera parte de su profecía, y Maher-Sçalal-hasçbaz (la desgracia está con vosotros), que concordaba con el segundo anuncio oracular acerca del fin de Judá y el exilio babilónico. Así pues, de ninguna manera, ni bajo ninguna excusa o exégesis, puede tomarse esta imagen sobre algo ya acontecido en el siglo VIII a.C. como la profecía de algo venidero en el siglo I d.C. La almah de Isaías ni era virgen ni preconizaba el milagro de la Virgen María, y su hijo Emmanuel fue también absolutamente ajeno a cualquier anuncio del nacimiento prodigioso de Jesús.
En el contexto histórico en que se desarrolló el libro de Isaías tampoco puede tener nada que ver con una supuesta profecía sobre Jesús el pasaje que dice: «Porque nos ha nacido un niño, nos ha sido dado un hijo que tiene sobre los hombros la soberanía, y que se llamará maravilloso consejero, Dios fuerte, Padre sempiterno, Príncipe de la paz, para dilatar el imperio y para una paz ilimitada sobre el trono de David y de su reino, para afirmarlo y consolidarlo en el derecho y en la justicia desde ahora para siempre jamás. El celo de Yavé de los ejércitos hará esto» (Is 9,6-7).
Tal como mostramos en el apartado dedicado a los profetas, ésta es una típica profecía de consolación que, además, ensalza a la casa de David —de la que Isaías era un notable asesor— y, junto a los versículos de Is 11, diseña lo que se convertirá en el mesianismo judío, la esperanza puesta en un futuro monarca poderoso y justo que dilate el reino de Israel, en medio de la paz y la justicia. Isaías soñaba con la entronización de un rey, fuerte al menos como David, que aún nadie ha visto gobernar en Israel; pero jamás se le pudo haber pasado por la cabeza que la esperanza del «pueblo de Yahveh» residiese en aguardar al hijo de un carpintero que sería ajusticiado en la cruz tras dos breves años de predicación.
De lo dicho hasta aquí, basándonos en el Evangelio de Mateo, el gran avalador de la virginidad de María, sólo puede extraerse la conclusión de que no existe en el Antiguo Testamento ninguna profecía acerca de la virginidad de María y del nacimiento prodigioso de Jesús y que, vista la afición de Mateo por construir inspirados castillos probatorios sobre pasajes veterotestamentarios de los Setenta que no son más que obvios errores de traducción y de exégesis de los originales hebreos, la credibilidad de su relato sobre este asunto debe quedar, como mínimo, en suspenso.
La otra mención que se hace en el Nuevo Testamento acerca de la virginidad de María la encontramos en Lucas, concretamente en Lc 1,26-38, en el pasaje de la anunciación de Jesús, que, como ya indicamos en un apartado anterior, fue redactado gracias a la inspiración procedente del texto de Mateo y de los relatos —equivalentes— de las anunciaciones previas a los nacimientos prodigiosos de Sansón, Samuel y otros. Estos doce versículos, escasos y nada originales, aun sumados a los de Mateo, suponen bien poca leña para alimentar el fuego del mito virginal de María.
En Marcos, el primer evangelio que se redactó (c. 75-80 d.C.), producto de los recuerdos y prédicas del apóstol Pedro, próximo como nadie a Jesús, no aparece ni una sola línea acerca de un hecho tan capital como la virginidad de María. Y en Juan, el último de los evangelios (escrito a finales de la primera década del siglo II d.C.), fruto de las memorias del «discípulo amado» del Mesías, a pesar de que se identifica claramente a Jesús con la encarnación del Verbo, tampoco se invierte ni un triste versículo en proclamar la naturaleza virginal de la madre del Mesías. ¿No resulta, pues, algo sospechoso un olvido tan evidente sobre un asunto tan principal? Y máxime si, tal como veremos en el apartado siguiente, ninguno de los cuatro evangelistas dejó de mencionar que María tuvo otros hijos además de Jesús.                         
En un arrebato de estulticia galopante cabría tomar en consideración la explicación que impone la Iglesia católica cuando afirma que: «Jesús pasaba por hijo de José, ya que el misterio de su concepción virginal estaba aún velado por el secreto. Los hermanos y hermanas de que nos hablan con frecuencia los autores sagrados son parientes cercanos, primos carnales por parte de la madre o de san José». Pero a un aceptando la muy improbable posibilidad de que los vecinos de Nazaret ignorasen la virginidad de María en caso de haber sido un hecho real, lo que ya clamaría al cielo y sobrepasaría el absurdo sería que hubiese sido desconocida por los mismísimos apóstoles por estar dicho suceso «aún velado por el secreto». ¿Cuando dejó de ser un secreto?, ¿por qué se ocultó un hecho que proclamaba divinidad por los cuatro costados?, ¿cómo y en qué momento se enteraron los apóstoles de la virginidad de María?, ¿no confiaba Jesús en sus apóstoles?, ¿por qué sólo Mateo parece haber conocido el episodio de la virginidad de María mientras que le estuvo vedado al resto de los apóstoles?, ¿no confiaban los apóstoles entre sí?
  Estas preguntas y otras muchas similares no pueden tener respuestas lógicas dado que se interrogan sobre un absurdo total. Si los apóstoles no le dedicaron un espacio de privilegio a un hecho tan portentoso como la virginidad de María —mientras que fueron unánimes en mencionar a sus otros hijos y en consumir versículos sin fin relatando «curaciones milagrosas» de histéricos para documentar la personalidad extraordinaria de Jesús— no pudo ser jamás por falta de conocimiento sino, justamente, por todo lo contrario: los apóstoles, que trataron directamente con Jesús y toda su familia, nunca creyeron que su madre fuese virgen. ¿Cabe pensar entonces que Mateo mintió a sabiendas al introducir el mito virginal de María en su texto? Es posible, pero no necesariamente.
Para intentar encontrarle algún sentido a tanta contradicción hay que recordar lo que ya apuntamos en un capítulo anterior y tener presente que el Evangelio de Mateo, tal como lo conocemos, fue escrito en Egipto, hacia el año 90 d.C., por alguna persona que se basó en los textos originales de Mateo —es decir, del judío Leví, hijo de Alfeo, que fue recaudador de impuestos antes que apóstol—, en Marcos y en otras fuentes judías y paganas. El redactor final de Mateo, que no era judío, tal como se desprende del análisis del texto, no se limitó a actuar como un mero compilador sino que añadió de su propia cosecha todo cuanto le pareció oportuno para mejorarla capacidad de convicción del Mateo original; con esta intención, por ejemplo, duplicó el número de personas que, según Marcos, había sanado Jesús en Gadara y Jericó, etc.
Sabiendo que Mateo fue un texto inicialmente destinado a la evangelización cristiana en las comunidades helenizadas de ciudades egipcias como Alejandría, y recordando que el origen auténtico del cristianismo tal como ha llegado hasta hoy partió de Asia Menor —la región más crédula de todo el Imperio romano en lo tocante a todo tipo de leyendas y supersticiones mágico-religiosas— y que, precisamente, en el sustrato legendario popular de las culturas griega y oriental de esos días era aún habitual la atribución de un nacimiento virginal a todos los personajes muy relevantes, resulta de Perogrullo darse cuenta del origen mítico y tardío del episodio de la virginidad de María; una inclusión forzada por los requerimientos legendarios básicos del contexto pagano al que se intentaba imponer un nuevo «hijo del Cielo». En cualquier caso, el relato del nacimiento virginal se adoptó como un rasgo demostrativo más en favor de la proclamación de la descendencia divina de Jesús, pero bajo ningún concepto pudo pretenderse ensalzar o construir el personaje que llegará a ser «María, la Virgen» (un proceso que veremos detalladamente en la cuarta parte de este libro).
El Jesús histórico, al ser transformado en la divinidad solar Jesús-Cristo, tal como ya mostrarnos, necesitó ser adornado con todos los mitos paganos correspondientes a la astrolatría solar, entre los cuales el de la concepción divina y virginal de su madre era uno más. Así pues, carece de sentido hablar de que los apóstoles estuvieron mal informados acerca de la virginidad de María o que este prodigioso hecho permaneciese «aún velado por el secreto». Si Marcos y Juan (así como también Pablo en sus epístolas) ignoraron la supuesta virginidad de María, Mateo la ensalzó con más pasión que convencimiento y Lucas —que había tomado el relato de Mateo y de otras leyendas del Antiguo Testamento— la citó con la frialdad de un trámite rutinario teñido de incredulidad, deberemos concluir necesariamente que sólo pudo haber un motivo lógico para esas actitudes: a la madre de Jesús se la hizo virgen cuando los redactores y neotestamentarios ya habían dejado de existir.
Por esa razón, pobres hombres, los apóstoles jamás pudieron honrar a la Virgen María tal como la Iglesia romana acabó ordenando que debía hacerse y, casi más lamentable aún, murieron sin haberse dado cuenta de que los hermanos carnales de Jesús, que ellos conocieron y trataron, no habían sido tales en realidad, sino sus primos.
Gracias a la Iglesia católica, la cristiandad de hoy puede enterarse de más y mejores historias que quienes se supone que las protagonizaron directamente hace casi dos mil años. A eso se le llama «interpretación autorizada e inspirada de las Sagradas Escrituras», una capacidad exclusiva de la Iglesia que, si bien no estuvo al alcance de los autores directos de los textos neotestamentarios, fue instituyéndose e incrementándose en la misma medida en que nuevos redactores rehicieron los documentos originales y sabios exegetas católicos los comenzaron a leer como nunca nadie antes los había escrito.

viernes, 1 de abril de 2011

VIERNES CUCHILLERO: EN BUSCA DE TU NOMBRE

EN BUSCA DE TU NOMBRE: ABADON



Siempre he estado buscando una hoguera
Que me abrase y me queme desde afuera
Sin embargo el camino es tan largo
Y la paciencia es mi enemiga

Pero sé que aquel día lo espero
Mas el basto designio de la vida

Y voy atado cada vez a un nuevo sentimiento
Y por momentos despierto a la absurda verdad
Seguiré hasta encontrar una señal al destino
En forma sublime así mi historia empezará

Dónde estás...a dónde vas
Aparece un momento y tu voz escucharé
Gritaré...te amaré!!!
Cuando tu cuerpo se encienda en mí
Aparece ya, aparece ya
Que así por fin mi vida completa estará

Siento al tiempo ahogando mi fuerza
Al ver que a mi lado tú no estás
Si mis manos reflejan las líneas
En este momento sabré la verdad

Y si encuentro un vacío perpetuo
Tal vez jamás tú nacerás

Y voy atado cada vez a un nuevo sentimiento
Y por momentos despierto a la absurda verdad
Seguiré hasta encontrar una señal al destino
En forma sublime así mi historia empezará

Dónde estás...a dónde vas
Aparece un momento y tu voz escucharé
Gritaré...te amaré!!!
Cuando tu cuerpo se encienda en mí
Aparece ya, aparece ya
Que así por fin mi vida completa estará
Que así por fin mi vida completa estará

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